Recuperación, crecimiento y empleo
Acontrapelo del pesimismo que se empeñan en difundir desde la oposición y los pseudointelectuales de la izquierda vernácula, el Uruguay se encamina a enfrentar la etapa poscovid con perspectivas más que halagüeñas. Basta repasar la información de crecimiento de las exportaciones en cifras récord, el incremento de la producción en la industria, la construcción y el sector agropecuario, el aumento de las inversiones y la mejora en el clima de negocios y la competitividad para vislumbrar que llegan tiempos mejores.
Uruguay se encuentra superando la pandemia con nota. Distintos indicadores y reportes internacionales dan cuenta de que la performance del país ha sido muy buena. Naturalmente que una pandemia mundial tiene consecuencias trágicas, como en nuestro caso la muerte de más de 6.000 personas, pero a la luz de las cifras en otros países, sumado a las libertades con que siempre contamos los uruguayos a diferencia de muchos países que enfrentaron confinamientos y restricciones de todo tipo, debemos ser contestes del manejo eficiente de la situación.
A su vez es indispensable recordar que a nuestro país la pandemia lo encontró mal parado. En efecto, la pobreza venía aumentando en los dos años previos, la tasa de desempleo antes de la llegada del Covid-19 al Uruguay ya superaba el 10%, el déficit fiscal era el más alto en tres décadas y había calificadoras de crédito que nos tenían en el límite del grado inversor con perspectiva negativa. Por tanto, lo realizado en materia de apoyos a los sectores más vulnerables y a las micro, pequeñas y medianas empresas resulta un esfuerzo extraordinario dado los recursos de que se disponía.
Como expresó la ministra Arbeleche en una reciente interpelación, el Ministerio de Economía no estaba sentado sobre una montaña de dinero sino sobre una montaña de deuda, y a partir de esta frágil coyuntura es que debía manejarse. Los planes sociales que llegaron a muchas más personas, de hecho 40% más y las transferencias sociales se incrementaron en 56%.
Son datos contundentes, más allá del relato que pretende instalar al Frente Amplio sobre recortes que no existieron en esta materia, todo lo contrario.
El apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas fue también muy importante, con créditos en condiciones favorables a través del Sistema Nacional de Garantías y de la Agencia de Desarrollo ANDE, exoneraciones fiscales, distintos beneficios tributarios, exoneraciones de cargos fijos de tarifas públicas, nuevos mecanismos de seguro de desempleo, entre muchas otras medidas.
Lo cierto es que la economía uruguaya cayó menos que el promedio de sus pares en el continente y la pobreza aumentó, dolorosamente e inevitablemente, pero mucho menos que en todo el continente. Basta recordar que entre 2018 y 2019 las personas bajo la línea de pobreza crecieron en 30.000, en años de crecimiento económico y en la peor coyuntura económica de los últimos cien años 100.000 con una importante caída del producto y los ingresos.
La política económica y social del gobierno permitió afrontar la pandemia de la mejor forma posible, al tiempo que se iban procesando reformas con la mirada puesta en el largo plazo y en la clave para la salida; el aumento de la inversión. Hoy, cuando la pandemia comienza a quedar atrás y la emergencia sanitaria puede llegar a levantarse en el futuro
La política económica y social del gobierno permitió afrontar la pandemia de la mejor forma posible, al tiempo que se iban procesando reformas con la mirada puesta en el largo plazo.
cercano la mira está puesta en la recuperación del empleo.
Allí deben estar todas las baterías porque es la mejor política no solo económica sino social.
Los datos hasta el presente son promisorios y a medida que se terminen de levantar las restricciones que aún pesan sobre el comercio y los servicios, especialmente sobre los vinculados al turismo, el país sentirá los beneficios de una buena estrategia durante la pandemia con la mirada siempre puesta en la mejor salida posible. Los números son promisorios y en la medida que se le da más herramientas a los uruguayos para generar oportunidades las mismas aparecen y comienzan a verse a lo largo y ancho del país.
El camino no será sencillo, como todo crecimiento requerirá esfuerzo, dedicación e inteligencia, pero se ve la luz al final del túnel. Una economía en crecimiento es vital para todos los demás objetivos que nos propongamos y por ello allí se juega buena parte de la suerte del país en los próximos años. A juzgar por la evaluación de las políticas y los resultados podemos confiar de que la conducción de las políticas públicas está en buenas manos.