Es la primera vez que se detecta un positivo desde febrero; el país ha vacunado al 20% de su población
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, decretó ayer martes un confinamiento de tres días en todo el país tras descubrirse un caso de origen local de coronavirus.
Ardern afirmó que Nueva Zelanda, que no había registrado ninguna contaminación en el seno de la población en seis meses, no podía correr riesgos con la variante Delta, mucho más contagiosa, lo “que cambia la situación”.
“Hemos visto lo que puede ocurrir en otros lugares si no llegamos a controlar la situación. Solo tenemos una oportunidad”, afirmó Ardern en una intervención televisada.
Los anuncios prevén que Nueva Zelanda sea confinada durante tres días desde ayer martes por la noche. Auckland, donde se detectó el caso, y la vecina región de Coromandel van a estarlo durante una semana. Con casi 1,7 millones de habitantes, Auckland es la ciudad más poblada de Nueva Zelanda.
El archipiélago neozelandés ha realizado una gestión eficaz de la pandemia, que hasta ahora ha causado solamente 26 muertos para una población de 5 millones de habitantes.
Ningún confinamiento nacional había sido decretado desde hace más de un año, y la vida había retomado su curso de forma casi normal. No obstante la campaña de vacunación solo ha permitido que el 20% de la población esté totalmente vacunada.
En virtud de la orden de confinamiento, los neozelandeses solo podrán salir de sus casas —con mascarillas faciales y guardando una distancia de dos metros respecto a otra persona— para hacer la compra, practicar deporte, someterse a pruebas para detectar el covid, entre otras razones esenciales.
El director general de Salud de Nueva Zelanda, Ashley Bloomfield, explicó en la rueda de prensa que el caso se dio en un hombre de 58 años de edad, quien viajó durante el fin de semana a la península de Coromadel.
Hasta el momento las autoridades sanitarias no han podido detectar el origen del virus ni determinar si se filtró desde los centros de cuarentena para los viajeros internacionales.
“Si bien este caso se ha identificado en Auckland, requiere que todos nosotros seamos parte de la respuesta. Es un asunto nacional”, remarcó Bloomfield.
Desde el inicio de la pandemia, Nueva Zelanda acumula más de 2.900 casos confirmados y probables de covid, incluyendo 26 fallecidos y 43 casos activos, casi todos en los centros de cuarentena.
Las autoridades neozelandesas aceleraron la semana pasada su campaña de vacunación, que se inició en febrero pasado con los trabajadores de fronteras y comenzó a inocular dosis de Pfizer a la población en general a finales de julio.
El Ejecutivo pretende terminar de vacunar a la población objetivo antes de finales de año para reabrir sus fronteras, que cerró en marzo de 2020, a partir del primer trimestre de 2021 mediante un plan individualizado que sopesa el riesgo del país de origen del viajero internacional y sus estatus de inmunización.