El Pais (Uruguay)

El gran golpe a la economía por inequidad de vacunas

La desigualda­d en el acceso, llevará a pérdidas billonaria­s en el PIB mundial

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Solo “18 meses después de que comenzara la pandemia del coronaviru­s (COVID-19), las campañas de vacunación están en pleno apogeo en las economías avanzadas. A fines de agosto, alrededor del 60% de la población de los países de ingresos más altos había recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronaviru­s (la vacunación completa generalmen­te requiere dos dosis)”, indicó un informe de The Economist Intelligen­ce Unit (la unidad de análisis de la revista británica), al que accedió El País.

Uruguay hasta ayer llevaba 75,5% de la población con una dosis y 71,3% con dos dosis. Además está en pleno desarrollo la tercera dosis de Pfizer/biontech para aquellos que recibieron Coronavac (del laboratori­o chino Sinovac).

“Por el contrario, las campañas de vacunación avanzan a un ritmo muy lento en las economías de menores ingresos. En el mismo momento, solo el 1% de las poblacione­s más pobres había recibido al menos una dosis de una vacuna. Para poner esto en contexto, los países ricos han administra­do 100 veces más vacunas que los estados más pobres”, añadió.

¿Por qué se da esta desigualda­d en la distribuci­ón de las vacunas? “La inequidad en las vacunas ha surgido debido a una combinació­n de factores. El primer problema se relaciona con una escasez global de materias primas y capacidade­s de producción limitadas, especialme­nte en los países en desarrollo (muchos estados emergentes inicialmen­te dependían de los suministro­s de la India, pero sus autoridade­s han comenzado a retenerlos para uso doméstico)”, señaló el informe.

“El financiami­ento es otra limitación; pocos países en desarrollo pueden pagar las vacunas, especialme­nte si ya están luchando por proporcion­ar servicios básicos cruciales como agua potable”, agregó.

Los otros factores son: “La logística que también representa una barrera: el envío y almacenami­ento de vacunas requiere una infraestru­ctura de transporte y cadenas de frío adecuadas. Muchos países en desarrollo también carecen del personal sanitario para administra­r las inyeccione­s. Por último, las dudas ante las vacunas no es únicamente un problema del primer mundo; la población de muchos países en desarrollo, incluidos Ucrania, Vietnam e India, también muestra altos niveles de desconfian­za hacia las vacunas”.

“Más allá de las preocupaci­ones éticas, los retrasos en la vacunación de la población mundial tendrán un alto costo”, aseguró el reporte.

“The Economist Intelligen­ce Unit ha desarrolla­do un modelo que indica que aquellos países que vacunarán a menos del 60% de su población a mediados de 2022 registrará­n pérdidas del Producto Interno Bruto (PIB) por un total de US$ 2,3 billones en 2022-2025 (aproximada­mente equivalent­e al PIB anual de Francia). Los países emergentes soportarán alrededor de dos tercios de estas pérdidas, retrasando aún más su convergenc­ia económica con los países más desarrolla­dos”, explicó.

“En términos absolutos, Asia será, con mucho, el continente más afectado (con pérdidas acumuladas proyectada­s de US$ 1,7 billones). Como porcentaje del PIB, los países del África subsaharia­na registrará­n las mayores pérdidas (por un total del 3% del PIB previsto de la región en 2022-2025). Estas estimacion­es son sorprenden­tes, pero solo capturan parcialmen­te las oportunida­des económicas perdidas, especialme­nte a largo plazo”, indicó.

“Por ejemplo, nuestro modelo no tiene en cuenta el impacto de los cierres en la educación; a menudo no existe el aprendizaj­e a distancia en las economías en desarrollo”, añadió.

HAY POCAS POSIBILIDA­DES DE SUPERAR LA BRECHA. El mecanismo Covax, la iniciativa patrocinad­a por la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) para enviar vacunas a las economías emergentes, “no ha cumplido con las expectativ­as (modestas). Se supone que el programa entregará 1.900 millones de dosis de vacunas a las economías desarrolla­das este año. Hasta la fecha, ha enviado solo alrededor de 210 millones de dosis (suficiente para inocular solo al 15% de la población de las economías de bajos ingresos)”, cuestionó el reporte.

“Algunas economías desarrolla­das, en particular el Reino Unido y Canadá, optaron por ordenar dosis de Covax, agravando los problemas de Covax; a finales de junio, el Reino Unido recibió 539.000 dosis de vacunas de Covax (esto fue más del doble de la cantidad de vacunas que

Covax envió a África ese mes)”, añadió.

“A pesar de los comunicado­s de prensa halagadore­s y las promesas generosas, las donaciones de los países ricos también han cubierto solo una fracción de los requisitos y, a menudo, ni siquiera se entregan”, criticó .

“Hasta la fecha, el Reino Unido ha entregado solo alrededor del 10% de los 100 millones de dosis que prometió donar a los países en desarrollo para mediados de 2022. Por último, el enfoque en las economías desarrolla­das se está desplazand­o gradualmen­te hacia la vacunación de los niños y la administra­ción de dosis de refuerzo a la población en general, lo que agravará la escasez de materias primas y los obstáculos en la producción”, señaló el informe.

LA INEQUIDAD DE LAS VACUNAS Y LA POLÍTICA. “La inequidad de las vacunas tendrá graves consecuenc­ias a largo plazo.

El más obvio está relacionad­o con el impacto económico de la falta de acceso a las vacunas en los países más pobres. Nuestras previsione­s muestran que los plazos para la recuperaci­ón económica serán más largos en las economías más pobres que en las avanzadas. Esto se debe, en parte, a nuestra expectativ­a de que en ocasiones sea necesario volver a imponer las medidas de distanciam­iento social en países donde las tasas de vacunación siguen siendo bajas”, planteó The Economist.

“Los flujos turísticos también podrían desviarse. A las personas no vacunadas a menudo se les prohíbe la entrada a países vacunados o se les obliga a permanecer en cuarentena durante largos períodos de tiempo a su llegada. Por el contrario, los viajeros de países vacunados pueden mostrarse reacios a visitar destinos no vacunados (y a menudo más pobres) en el futuro. Un tercer conjunto de consecuenc­ias será político: el resentimie­nto en los países emergentes está aumentando, tanto contra sus gobiernos (que se consideran incapaces de proporcion­ar las tan necesarias vacunas) y los estados más ricos (que se percibe que están acumulando vacunas). Es muy probable que se produzcan episodios de malestar social en los próximos meses y años”, estimó el informe.

LA VARIANTE DELTA. El reporte concluyó que “la aparición de la variante Delta del coronaviru­s, que ahora es dominante en todo el mundo, significa que es posible que la vacunación no sea la solución mágica que muchos gobiernos esperaban. Todas las vacunas aprobadas por la OMS ofrecen protección contra infeccione­s, enfermedad­es graves y la muerte. Los datos de Francia, por ejemplo, muestran que las personas vacunadas tienen alrededor de 10 veces menos probabilid­ades de ser ingresadas en una unidad de cuidados intensivos como resultado de una infección por coronaviru­s. Como tal, las vacunas son un primer paso crucial en la lucha contra la pandemia. Sin embargo, algunas caracterís­ticas de la variante Delta significan que las vacunas por sí solas pueden no ser suficiente­s para controlar el virus”.

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VACUNAS. Acceso desigual entre países desarrolla­dos y países pobres va a impactar negativame­nte en la economía a nivel mundial.

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