Buscado por FBI será ministro talibán
Encargado de la cartera de Interior es el jefe de una red considerada terrorista por EE.UU.
Los talibanes anunciaron ayer martes a los cinco principales ministros de su gobierno, entre los que figura uno de los terroristas más buscados por el FBI, y otro que está en la lista negra de sancionados por el Consejo de Seguridad de la ONU, y uno acusado de narcotráfico.
El nuevo régimen estará liderado por Mohammad Hasan Akhund, próximo al mulá Omar, fundador del movimiento, que ocupará el cargo de primer ministro.
El número dos será Abdul Ghani Baradar, cofundador del movimiento talibán. El mulá Yaqub, hijo del mulá Omar, será ministro de Defensa, y Sirajuddin Haqqani, número dos de los talibanes, estará a cargo de la cartera de Interior.
Según Bill Roggio, redactor jefe del Long War Journal, un portal estadounidense dedicado a la guerra contra el terrorismo, a Hasan Akhund se le conoce por haber aprobado la destrucción de los budas gigantes de Bamiyán, unas famosas estatuas del siglo VI esculpidas en unos acantilados que los islamistas dinamitaron en 2001.
El nuevo primer ministro del régimen talibán figura en la lista de sancionados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte Baradar, de 53 años, es el cofundador de la milicia talibán y se le consideró durante años como la mano derecha del mulá Omar. Baradar jugó un importante papel en las negociaciones con Estados Unidos en Catar, que culminaron con el histórico acuerdo en febrero de 2020 que puso fecha a la retirada final de las tropas extranjeras.
El nuevo ministro de Interior afgano será Sirajuddin Haqqani, de 48 años, jefe de la red Haqqani, fundada por su padre, Jalaluddin Haqqani, para luchar contra la invasión soviética en la década de 1980. Esta red está considerada como una organización terrorista por Estados Unidos. Haqqani está además en la lista de los más buscado por el FBI, que ofrece 5 millones de dólares por su captura.
El jefe supremo de los talibanes, Hibatullah Akhundzada, en una inusual intervención pública, invitó al nuevo gobierno a “hacer respetar la sharía”, la ley islámica.
Los nombramientos se produjeron después de que los talibanes dispersaran una protesta ayer martes por la mañana en
Kabul, con disparos al aire. Los manifestantes denunciaban la violenta represión del régimen en el valle del Panshir, donde se encuentra el último reducto de resistencia contra el movimiento islamista. La rebelión en el Panshir está liderada por el Frente Nacional de Resistencia (FNR), cuyo jefe es Ahmad Masud, hijo del célebre comandante Ahmed Shah Masud, asesinado por Al Qaeda en 2001.
BLINKEN EN CATAR. La comunidad internacional aseguró que juzgaría a los talibanes por sus actos, después de que el movimiento islamista recuperara el poder en Afganistán.
Los talibanes se comprometieron a respetar los derechos de las mujeres, pisoteados durante su primer régimen, de 1996 a 2001. Pero, de momento, sus promesas no acaban de convencer.
Durante su visita a Catar, el secretario de Estado Antony Blinken aseguró que las nuevas autoridades en Kabul prometieron que “dejarán que las personas con los documentos necesarios para viajar salgan libremente” del país.
“La comunidad internacional espera que los talibanes respeten este compromiso”, añadió el jefe de la diplomacia estadounidense.
Cientos de personas —algunas estadounidenses— estarían bloqueadas en el aeropuerto de Mazar-i-sharif, en el norte de Afganistán.