Novela doméstica, negra y repleta de suspenso
Salió nueva obra de Paula Hawkins, la de La chica del tren
Al igual que las dos novelas que escribí antes de A fuego lento, esta surgió de un personaje”, dice Paula Hawkins. “Y, al igual que esas dos novelas anteriores, desarrollar ese personaje y encontrar la historia adecuada para él no ha sido un proceso del todo sencillo”.
Esas dos novelas anteriores que escribió esta inglesa son de esos best sellers que todos parecen haber leído: La chica del tren y Escrito en el agua. La primera fue un éxito de ventas y una película de Hollywood lo que convirtió a Hawkins, en la escritora del momento.
Ahora con A fuego lento vuelve a demostrar el arte de la novela popular, con algunos ingredientes conocidos.
“Comencé a trabajar en una nueva novela el otoño de 2017”, dijo en un reportaje cedido por la editorial. “En marzo del año siguiente, había reescrito las 30.000 palabras iniciales unas tres veces y seguían sin convencerme, de modo que abandoné la novela. Sin tener muy claro qué haría a continuación, comencé a trabajar en un cuento sobre el encuentro casual entre una joven cuya vida está en crisis y una mujer mucho mayor que ha perdido a su marido. Tampoco llegué a completarlo nunca, pero durante el proceso descubrí dos personajes maravillosos: Laura, una joven que ha sufrido terribles reveses en su vida y que a duras penas se las arregla para lidiar con una existencia caótica, e Irene, una anciana solitaria. Con el tiempo, la amistad que nacía a partir del encuentro casual entre estos dos personajes se convertiría en uno de los elementos centrales de A fuego lento”.
El resumen oficial de esta nueva novela que incluye un misterio a resolver, en este caso el brutal asesinato de una muchacha, y un trío de sospechosas. Entre ellas está Laura, quien estuvo la última noche con la víctima, Carla, su tía y Miriam, la vecina chusma que no cuenta todo lo que sabe.
También está Irene, una octogenaria algo pícara y el personaje favorito de Hawkins. “Es una anciana inteligente, curiosa, amable y empática, además de una lectora entusiasta”.
El planteo es típico de Hawkins y que le ayudó a conquistar más de 27 millones de lectores en todo el mundo. A su género se lo conocer como domestic noir, la novela de suspense ambientada en el ámbito doméstico, protagonizada por personajes en los que cualquiera podría reconocernos.
De eso hay de todo en A fuego lento, que es Hawkins en estado puro. Y eso quiere decir que es atrapante.