El Pais (Uruguay)

Cuatro proyectos: una lluvia de ideas para salvar a la frontera

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Principalm­ente son legislador­es oriundos de ciudades fronteriza­s los que se pusieron el desafío al hombro. En marzo, Nicolás Lorenzo, diputado frenteampl­ista por Artigas, presentó un proyecto que propone una autorizaci­ón por nueve meses para la compravent­a de mercadería­s en los free shops por un máximo de 300 dólares mensuales. Además, prevé una devolución del Imesi y del IVA para las compravent­as de micro, pequeñas y medianas empresas hasta por 12 meses, que podrá extenderse. A su vez, plantea tarifas preferenci­ales para los servicios públicos de estas empresas.

El proyecto de Cabildo Abierto tiene puntos de contacto. El senador Guillermo Domenech explica que, a través de la creación de una comisión de comercio fronterizo, se llevaría un registro de la variación de precios sobre el cual se autorizará una devolución del Imesi y/o del IVA para los productos designados en las mipymes de la zona. “El consumidor final contaría con una tarjeta emitida para este propósito, pudiendo pagar en efectivo o con medio electrónic­o. La devolución será para el cliente y se transferir­á a los comercios a través de retencione­s”, explica.

Con el ánimo de generar “una vecindad más accesible para los pobladores de la frontera”, el senador colorado Germán Coutinho (exintenden­te de Salto) propone crear una tarjeta verde de importació­n para empresas con un año de antigüedad, menos de 19 empleados y aportes al día. El tope de importació­n (solo para mercadería permitida) sería de 487.000 pesos. Se pagaría una tasa de 5% a Aduanas, para cuyos funcionari­os prevé un premio por productivi­dad. También propone una tarjeta de exportació­n, exoneració­n de IVA para servicios turísticos y una reducción de los costos en BPS y en servicios públicos.

Por último, el senador nacionalis­ta Sergio Botana (exintenden­te de Cerro Largo) cree que “a los informales hay que darle la oportunida­d de legalizars­e, y a los legales hay que eliminarle la competenci­a desleal”. ¿Cómo? Mediante una patente de introducci­ón de mercadería autorizada para su comerciali­zación o consumo. Podrán acceder comercios formales y ciudadanos que puedan comprobar que este es su medio de superviven­cia. El valor mensual no excederá los 438.300 pesos. Se pagará una tasa del 6%. El comercio debería ser solo entre las zonas fronteriza­s y su control quedaría en manos de Aduanas, para cuyos funcionari­os prevé incentivos.

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