Reabren muertes de trans por blog
Acusado de crear el Comando Barneix tenía una nota periodística sobre el tema y apuntes
En 2012, en la carátula del expediente judicial sobre los crímenes de cinco transexuales sin aclarar, se leía escrito: “Posible asesino serial”. El caso era investigado en aquel momento por la jueza Blanca Rieiro, quien trató de reconstruir las últimas horas de las víctimas citando a declarar a familiares y amigos.
La sospecha de Rieiro, de amplia experiencia en juzgados penales, apuntaba a que el posible asesino serial podía ser un policía.
Kiara, una de las víctimas encontrada en un parque del Prado en 2012, tenía en una mano un anillo de oro que acostumbran recibir los policías de carrera cuando se gradúan en la Escuela Nacional de Policía. Una de las hipótesis manejada por la jueza era que el homicida había olvidado que le había regalado el anillo.
Por su parte, los colectivos trans también insistían en esos años en la hipótesis de un asesino serial.
Rieiro estuvo muy cerca de la identidad del supuesto criminal. En 2012, “La Brasilera” recibió varios balazos en el Parque Roosevelt. El asesino pensó que estaba muerta.
Internada en el Hospital de Clínicas, “La Brasilera” sobrevivió. No quiso brindar la identidad del agresor. “Voy arreglar cuentas con él cuando salga de acá”, relató a los investigadores. Sin embargo, falleció 15 días más tarde por una supuesta infección hospitalaria.
Nueve años después, resurge el caso sobre las muertes de personas transexuales. En un allanamiento realizado en junio de este año por personal de Asuntos Internos en el domicilio de N.G. —investigado por crear el Comando Barneix bajo el cual se amenazó a políticos y activistas—, se encontraron miles de archivos informáticos.
En uno de ellos había un blog que se refería a los crímenes de las personas transexuales ocurridos en 2011 y 2012. El blog reproducía una nota periodística referida a las muertes.
Enganchado a esa nota se leía el siguiente comentario: “Esos (los asesinatos de trans) serían unos de los muchos actos que se van a hacer hasta que se establezca la idea de que hay un grupo terrorista” en el país. Aparentemente el blog es propiedad de N.G., acusado por la Justicia de haber realizado amenazas a políticos y activistas en 2017 y 2019.
A sus abogados defensores Diego de Pazos e Ignacio Arispe, N.G. dijo que no recordaba haber escrito esa nota relacionada con las muertes de personas trans. Es decir, era posible que N.G. hubiera escrito en el blog en el marco de un delirio, dijo una fuente del entorno.
Días atrás, De Pazos y Arispe afirmaron a El País que creían que su defendido sería inimputable. Y agregaron que se trata de una persona medicada desde niño por patologías psiquiátricas.
Antes de ser procesado por la Justicia, N.G. no pudo ser periciado por un psiquiatra del Instituto Técnico Forense (ITF) porque estaban de paro por un conflicto con la Suprema Corte de Justicia. No obstante, la jueza Ana De Salterain pidió una pericia a una psiquiatra del Hospital Vilardebó, la que diagnosticó que N.G. era imputable de delitos.
El miércoles 1°, N.G. fue imputado por la Justicia de incurrir en un delito de instigación pública a delinquir, apología del delito, incitación al odio y almacenamiento de pornografía infantil. Al día siguiente, fue procesado por la jueza De Salterain por un delito de violencia privada agravado por haberse cometido en forma anónima, a través de la fuerza intimidante de asociaciones secretas existentes o supuestas. Es decir, por su creación del “Comando Barneix”.
El sábado 4, el juez Nelson dos Santos decidió reabrir el expediente de la jueza Rieiro sobre la muerte de las personas transexuales ocurridas en 2011 y 2012, según informó El Observador y confirmó El País.
LOS CASOS. Todas las mujeres transexuales asesinadas ejercían la prostitución y gran parte de ellas no contaba con familia cercana. El cuerpo de una de las víctimas apareció desmembrado e incinerado.
“Si se mira cada homicidio por separado, puede confundirse con un crimen pasional”, dijo la psicóloga forense Adriana Savio a El País en 2015. Y agregó: “Desde lo científico, varias puntas conducen a que, posiblemente, se esté ante el caso de un asesino serial”.
Varios crímenes se sucedieron en un corto período de tiempo y luego se detuvieron. Después de varios meses ocurrieron otros asesinatos. En el juzgado de Rieiro se barajó la hipótesis de que el matador había caído preso por otro delito y que, al salir en libertad, había vuelto a matar.
El expediente sobre los crímenes, al que El País tuvo acceso, revela una ferocidad extrema del homicida.
“Es como si le generara una gran culpa haber mantenido relaciones sexuales con las víctimas”, dijo en aquel entonces un experto que realizó un informe para la jueza Rieiro sobre los crímenes.
Los homicidios tienen similitudes: balazos en la nuca y ningún indicio de robo a las víctimas.
En el legajo judicial consta que el cuerpo de Ángela, de 49 años, fue encontrado en 2011 en una casa en ruinas en la calle Haití, del Cerro. Había recibido tres balazos.
En 2012, “La Brasilera” fue, herida de gravedad en el Parque Roosevelt y fue la única que dijo conocer el agresor antes de fallecer. En el mismo año fue ultimada Gabriela, también en el Parque Roosevelt.
Casandra, de 39 años, fue ejecutada de un tiro en la cabeza en la intersección de Lima y Paraguay. También en 2012 fue ultimada Kiara, de 25 años, de un balazo en la nuca de una pistola calibre 22. Su cuerpo fue hallado en un parque del Prado.