Sabores, alegría, aprendizaje, experiencias
En este libro hay tantas recetas como historias y otra de las personas que nos abre las puertas de su hogar es Gloria, una hondureña que vive en Uruguay desde 2015. El plato que presenta está hecho a base de carne asada, que en su tierra se hace con diferentes cortes a los que más se consumen en Uruguay y se le agrega frijoles que pueden ser negros o rojos, plátano, palta, una salsa que se llama chismole que también es conocida en otros países como pico de gallo y tortillas como los totopos, arroz y queso. Se condimenta con comino, ajo y sal. Adaptándose a lo local, Gloria cocinó esta preparación con bola de lomo. “Decidí hacer este plato porque mi mamá me lo recomendó. En los platos típicos se utilizan muchos ingredientes que no se consiguen acá”, contó.
Gloria opinó que “migrar es estar abierto a experiencias muy diferentes a las que estás acostumbrado, conocer gente diferente y ser siempre abierto, no tratar de imponer la visión. El que migra debe adaptarse un poco. Es estar dispuesto a cambiar tu visión del mundo”, dijo. Otra de las historias es la de Eva, una paraguaya que desde hace 12 años vive en Montevideo. Llegó con 18 años y vivió de todo, de lo lindo y de lo no tanto, pero con esfuerzo pudo cursar estudios terciarios y una de las cosas que más le gusta de estas tierras es “la paz de la gente”. La receta que eligió fue el Mbeyú: “Mi madre lo hacía desde que éramos chiquitas, desde que tengo memoria”, contó. Este plato se hace con almidón de mandioca, queso, sal, aceite y agua.
Con estos ingredientes se forma una especie de tortilla que se cocina en una sartén y se sirve caliente, “queda muy bueno para los desayunos, se puede acompañar con huevo frito o comerlo solo”, explicó.