Polled Hereford: la mejor de “Ganadera Inquieta”
En Hereford, la mejor y Suprema, fue de “La Elisa” de Romay
Princesita, la mimosa de Ganadera Inquieta, fue la vaquillona Polled Hereford que Luis Lacalle Pou coronó en la tarde de este miércoles bajo un público expectante y un sol que atenuaba el frescor de la tarde.
Sus propietarios no se lo esperaban, o al menos así lo sintió Lucía Perdomo, directora de la cabaña maragata Ganadería Inquieta, emprendimiento que lleva adelante junto a su esposo, Federico Baccino.
Desde que nació el ejemplar campeón de su categoría (Vaquillona Menor) se destacó por su fineza, característica que heredó de su madre, la Princesa original. “Nos gustaba, pero siempre tratamos de ser recatados y yo, principalmente, trato de no pensarlo para no generar falsas expectativas. Por eso me sorprendió la decisión final, a pesar de que, por el fallo del jurado, le había gustado realmente”, contó.
Su madre, Princesa (Inquieta Bien Hecho) estuvo en la Expo Prado y es una vaca “muy buena” que ha sido usada en varias ocasiones con su padre, Ancares Forc Boomer, de Las Anitas.
“Estamos muy contentos, felices y sorprendidos”, aseguró Perdomo un poco afónica, aunque, según dijo, no fue del festejo. “La Princesita, siempre fue una ternera muy fina, parecía una princesa al igual que su madre, la llamamos Princesita y es la mimosa”, agregó.
El animal, RP 803, se destaca por su feminidad y su musculatura armoniosa; sus huesos finos pero firmes; su buen tren posterior y su limpieza delantera y de abajo.
Ganadera Inquieta participa de la Expo Prado desde 2012 cuando comenzó a venir con vacas subastadas en Madres Superiores. En 2015 se decidieron a participar del jurado de calificación. “Desde ese momento seguimos apostando a la raza, a este show y nos encanta”, aseguró.
Gran Campeona Polled Hereford Ganadera Inquieta. Reservada Gran Campeona Hereford: de Agustín Álvarez Minetto. Tercera Mejor Hereford: de Alfonso e Hijos.
HEREFORD SUPREMO. Trayectoria en pista y sangre de campeones es lo que tiene la Gran Campeona Hereford y Campeona Suprema de la raza, el RP 3951, de La Elisa, de Walter Romay Elorza.
El animal, campeona de su categoría (Vaquillona Mayor), es hija de un toro que fue elegido en Estados Unidos hace tres años (Domino 7131). De ternera salió Gran Campeona y premio al Primer Paso, algo así como una campeona suprema, en Expo Durazno 2020. Su madre es Chañar El Moro y su hermano entero también fue campeón y premio al Primer Paso.
“Es un animal que su fenotipo está muy cercano a lo que pensamos necesita Uruguay
para nuestro ganado vacuno de carne. Tiene unos datos objetivos impresionantes. Hoy fue su día y el jurado lo interpretó como nosotros”, comentó orgulloso Walter C. Romay Elorza.
No es nada menor que el ejemplar provenga de la cabaña más antigua del Uruguay en todas las razas. Esto es, para la cuarta generación, “una responsabilidad muy grande”.
“A lo largo de estos años llevamos muchos premios y nos gusta recordarlo. A veces somos exitosos y a veces no. Creemos en la información objetiva. Hacemos énfasis en datos de EPD. El Hereford uruguayo se compara con el mundo y estos animales son competitivos a cualquier nivel”, aseguró.
La idea es que la Gran Campeona Hereford se quede, por ahora, en la cabaña. Están a la espera de sus hijos de trasplante y su hijo natural parido, del Gran Campeón del año pasado. Además, probablemente participen con algún embrión de ella en una comercialización que va a organizar la Sociedad de Criadores sobre fin de año.
Gran Campeona Hereford y Campeona Suprema de la raza: de Walter Romay Elorza. Reservada Gran Campeona Hereford: de Ebatel SA; Tercera Mejor Hereford: de El Baqueano.
EQUILIBRIO. Héctor Bonomi Danza trabajó en pista como jurado de la raza. Durante la jura transmitió “la gran armonía y el balance” que debe tener una hembra de carne, “que primero es hembra, luego carne”.
El criador del este del país buscó animales femeninos, de huesos finos, delanteros suaves y ubres correctas. En diálogo con El País aseguró que “el gran dilema” de la ganadería de carne es si se apunta hacia lo industrial (carcasas) o si nos vamos a un aspecto maternal.
Desde su punto de vista “hay que hacer un justo equilibrio”, dado que la hembra en Uruguay tiene un valor carnicero importante, pero también es la que se queda en el campo y tiene que aparearse lo antes posible, años tras año.
También buscó, acompañado por sus hijos como secretarios, buenos desplazamientos y que fuesen más naturales, sin excesos de preparación.
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