El verdadero Montevideo
La ciudad no empieza ni termina donde lo diga una norma o un burócrata. La ciudades tienen vida propia que no es otra que la cotidianidad de las personas. Muchas veces nos encontramos ante arreglos jurisdiccionales que no tienen en el centro a las personas y comunidades. La vida cotidiana, las oportunidades, desigualdades no reconocen limites administrativos.
Ayer el programa “Montevideo al Futuro” del Centro de Estudios para el Desarrollo, liderado por el urbanista Leonardo Altmann presentó un estudio que analiza en profundidad la gobernanza del Montevideo metropolitano.
No es que no se haya hecho nada al respecto. Hubo algunos intentos de reconocer la dimensión metropolitana que han encontrado a los intendentes de Montevideo, Canelones y San José, y al gobierno nacional cooperando. Sin embargo estos intentos han sido aislados y poco profundos. La discusión que se planteó ayer hace evidente la necesidad de una coordinación mucho más potente en temas claves como la planificación urbana, el saneamiento, el transporte, la gestión de residuos y el manejo de cuencas hídricas.
Nos jugamos muchísimo en lograr que la planificación, gestión y monitoreo de estos temas se haga desde una mirada metropolitana. Para esto necesitamos generosidad y flexibilidad en materia de arreglos institucionales. Es muy fácil que una nueva gobernanza sea vista como una amenaza que compite por recursos por parte de los gobiernos locales. Sin embargo hay experiencias en la región que muestran que esto es posible: en el evento de ayer participó una experta mendocina que contó como el Gran Mendoza enfrenta estos desafíos.
Por la historia y tradiciones políticas uruguayas no parece lo viable crear una autoridad metropolitana electiva, un gobernador del Gran Montevideo. Pero la experiencia internacional muestra otras alternativas para mejorar de forma efectiva la gobernanza metropolitana.
Debemos pensar en un ámbito de gobernanza institucional muy potente en el que participen los actores relevantes, pero haya suficientes incentivos para cooperar y ceder competencias a la autoridad dado que existe un liderazgo claro y, sobre todo, recursos que vuelvan atractivo ser parte del ámbito. Es menester contar con esta mirada y gobernanza verdaderamente metropolitana.
Además de la carencia de esta mirada hay otro gran fracaso en la gobernanza de la ciudad, la descentralización. Tenemos municipios montados sobre otra estructura de descentralización anterior del departamento. Las competencias son pocas y la mayoría de las personas no saben ni siquiera en que municipio viven: constituyen otro ejemplo de jurisdicciones que no existen en la vida de las personas, son ficciones jurídicas.
Debemos rediscutir radicalmente la descentralización de Montevideo de forma de que de verdad responda a espacios reales de la ciudad y renuncie a divisiones ficticias que en algunos casos se hicieron con mezquinos cálculos electorales.
Montevideo es una ciudad maravillosa para vivir, hoy ya lo es. Pero es evidente que tiene muchos déficits en materia de segregación territorial, transporte, limpieza y espacios públicos. Desde “Montevideo al Futuro” empezamos discutiendo lo básico, ¿cuál es la mejor gobernanza para el Montevideo metropolitano?
Debemos rediscutir radicalmente la descentralización de Montevideo.