Corazoncitos lo compró con donaciones
El ECMO que funciona en el Instituto de Cardiología Integral (ICI) de Médica Uruguaya fue comprado hace seis años por la Fundación Corazoncitos (organización sin fines de lucro que trabaja al servicio de los niños con cardiopatías congénitas y sus familias en Uruguay) gracias a las donaciones de los uruguayos. En primer término se hizo un convenio con el Centro Hospitalario Pereira Rossell para capacitar a sus médicos y hacerlo funcionar allí, pero finalmente eso no se pudo concretar. Entonces lo retiraron y lo llevaron a las oficinas de la Fundación. El siguiente paso fue ofrecerlo a dos de los centros IMAE que atienden a niños con cardiopatías. En el Sanatorio Americano llegaron a capacitar médicos, pero sobrevino la pandemia de la COVID-19 y les dijeron que no iban a usar el ECMO. El ICI, en tanto, aceptó utilizarlo y la Fundación se lo dio a préstamo por dos años.
Eduardo Guerra, presidente de Corazoncitos, informó a El País que el ECMO costó US$ 150 mil, a lo que hay que agregar US$ 45 mil de un flujímetro que forma parte de su funcionamiento. Todo fue adquirido en los Estados Unidos. La Fundación también se hizo cargo de muchas de las capacitaciones del equipo médico. Lo que se está procurando actualmente es que el Fondo Nacional de Recursos (FNR) asuma el pago al personal que trabaja con esta herramienta, ya que hasta el momento se hace en forma honoraria. “El ECMO no está contemplado dentro de las prestaciones del FNR”, explicó Guerra y a eso es a lo que apunta la Fundación.
El cirujano Martín Antelo, coordinador del programa ECMO del ICI, señaló a El País que “hasta ahora el Instituto es el que ha financiado exclusivamente todas las veces en que hemos realizado esta técnica”.