Inmobiliaria más endeudada del planeta desata tensión mundial
La inmobiliaria Evergrande sacude los mercados globales
Hay quienes ya comparan la actual crisis de la inmobiliaria china Evergrande, con la quiebra —hace ya 13 años— del banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers que desplomó la confianza en los mercados financieros globales y formalizó la crisis de 2008.
Es que Evergrande (que más que una inmobiliaria ya era un holding, es decir, una agrupación de sociedades en la que existe una empresa dominante y una o más compañías subordinadas a ella), se había convertido en dos décadas en uno de los rostros más visibles del frenesí inmobiliario de China, en tanto millones de familias han podido adquirir la propiedad de sus hogares.
Hoy, el grupo se desmorona por una deuda de unos US$ 304.000 millones, el equivalente al Producto Interno Bruto (PIB) de Rumania, por ejemplo. Proveedores impagos y propietarios engañados se manifestaron la semana pasada ante la sede del grupo, en Shenzhen, ciudad del sureste de China. Escenas poco comunes en un país donde las protestas son muy poco toleradas.
El grupo mantiene más de 1,6 millones de viviendas aún en plena construcción, que ya no puede terminar ni entregarlas a sus propietarios. Ante la inminente amenaza de la bancarrota, cuando Evergrande se quedó sin efectivo este año, recurrió a sus empleados con una imposición: los que quisieran recibir sus premios tendrían que darle a la compañía un préstamo de corto plazo.
Algunos trabajadores recurrieron a sus amigos y familiares para obtener dinero y brindársela a la firma. Otros, tomaron préstamos de sus bancos. Este mes Evergrande de pronto dejó de repagar los créditos, que habían sido empaquetados como inversiones de alto interés.
La compañía enfrenta demandas de acreedores y sus acciones han perdido más del 80% de su valor este año. Los entes reguladores temen que el colapso de una compañía del tamaño de Evergrande pueda generar temblores en todo el sistema financiero chino. La compañía recientemente alertó que estaba bajo “tremenda” presión financiera y dijo que había contratado expertos en reestructuración para ayudar a determinar su futuro.
La crisis de la inmobiliaria china, el miedo a que se extiendan a otras empresas del sector y a las entidades financieras, llevaron a un aumento en las preocupaciones de los inversores, lo que llevó a pérdidas sensibles en las bolsas mundiales ayer.
CONSECUENCIAS. El economista, socio-director de Vixion Consultores y columnista del suplemento Economía y Mercado de El País, Aldo Lema, indicó que “hay diferencias significativas para esperar consecuencias similares” a las ocurridas a partir del quiebre de Lehman Brothers. Esto por tres factores: “Primero, las empresas y bancos en China son altamente intervenidas por el Estado. Por tanto, no debería sorprender, ni generar mayores aprensiones una respuesta en esa dirección. Segundo, por lo mismo, las consecuencias sobre los bancos es más acotada. Tercero, por los controles de capitales y bancarios, los riesgos de corrida bancaria y financiera deberían ser menores”, explicó. Además, señaló que otros riesgos tienen que ver con las consecuencias negativas sobre el crecimiento económico, para lo cual “China tiene grandes espacios de reacción”.
Si bien Lema señaló que “ante momentos de turbulencias grandes es difícil saber qué va a pasar”, adelantó que “probablemente” haya “una reestructuración o intervención estatal significativa para evitar los efectos contagios que esto pudiera ocasionar” en la economía global.
Hay “diferencias significativas” con el caso Lehman Brothers, dijo Lema.