¿Cómo fue el pasado volcánico del territorio uruguayo?
Hace millones de años el paisaje era completamente diferente. El territorio que hoy conocemos como Uruguay estaba a merced de la actividad volcánica. Al sur del río Negro hay registro de rocas volcánicas de al menos 2.000 millones de años de antigüedad que ya están completamente erosionadas y hoy son rocas metamórficas (resultado de altas temperaturas y presiones). “Ocurrió en un pasado geológico en un contexto similar a lo que hoy es el contexto andino”, explicó Rossana Muzio. En ese momento había “arcos volcánicos” producto de la interacción de placas a través de los cuales hubo emisión de lava en la superficie a través de fisuras. No obstante, “la dinámica de las placas cambió y no se evolucionó hacia una cordillera volcánica”. Este es un volcanismo “más reciente” que se asocia a la separación de la placa sudamericana de la placa africana hace 200 millones de años. “En ese momento éramos un supercontinente y se produce una fragmentación continental que da origen a la dorsal del Atlántico y posteriormente al océano Atlántico como lo conocemos”, apuntó Muzio. Como consecuencia de este movimiento, se propagaron y reactivaron muchas fracturas y zonas de fallas preexistentes en el territorio que hoy es Uruguay a través de las cuales ascendió mucho material volcánico basáltico. Esto ocurrió principalmente en la región norte litoral y norte y también en las cuencas del sur y sureste. “Fue un magmatismo un poco más explosivo”, dijo a
El País. El resultado puede verse en las cuencas del río Santa Lucía y de la Laguna Merín. En la última hay más de mil metros de basalto en su porción inferior.
La geóloga agregó: “Una lava de carácter más viscoso y explosivo dio lugar a calderas volcánicas” que vemos en Arequita, Sierra de los Ajos, Sierra de San Miguel y otras formaciones que son visibles a lo largo de la ruta 13.