Amores complicados, éxitos y un camino en el streaming

La best seller española tiene nueva novela y estrena film en Netflix

De alguna manera, naciste en esta terraza. En el sillón desde el que estoy escribiendo esto, pasaste horas y horas hablando por mi boca. Juntas hemos vivido el año más duro y extraño de nuestra vida y muchas cosas que nos hicieron ser quienes somos ahora. Te deseo una vida feliz, muchas carcajadas y que encuentres lo que buscas. Y ojalá lleves a la vida de las personas que te lean todas las emociones que me hiciste vivir a mí cuando me vestí con tus kimonos. Hoy es el día. Haz reír, haz suspirar. Y pisa fuerte, mi niña”. La carta breve, apenas un posteo de Instagram, la publicó Elísabet Benavent el día que lanzó El arte de engañar al karma, su nueva novela.

Estaba dirigida a Catalina (a veces Beltrán, a veces Ferrero), la protagonista de una nueva historia de amor de la pluma de la best seller que conquistó a la generación millennial a fuerza de romance y erotismo. La última frase estaba marcada por la proyección que viene de la mano de las buenas experiencias: en el segundo día de venta al público, en España, la editorial ya ordenaba una segunda edición.

Si eso no es pisar fuerte, ¿qué le queda al resto?

Benavent, también conocida como Beta Coqueta, es un fenómeno literario del siglo XXI. Se inició como escritora en el mundo digital y su primer título, autopublicado, causó tal sensación que la Editorial Suma la reclutó para impulsarla directo al estrellato hispanoamericano.

Hoy, aquel libro que fue base de la saga Valeria, dio paso a una serie de Netflix que abrió otra puerta. El suceso editorial con ritmos de fabricación en serie se extendió, para la autora, al streaming: con la misma plataforma que desarrolló Valeria, la semana próxima estrenará Fuimos canciones, película basada en su saga Canciones y recuerdos. Llegará el 29 de setiembre.

Con tres millones de ejemplares vendidos según las cifras difundidas por su editorial, Benavent se ha afirmado como una autora de peso en un universo específico. En las aguas de la novela romántica actual, la valenciana de 37 años navega con soltura. Sabe cómo construir personajes (un tipo de personajes), relaciones (un tipo de relaciones) y escenas eróticas donde nunca faltan la humedad, la urgencia y la referencia a “las braguitas”.

Todo eso está en El arte de engañar al karma, un voluminoso ejemplar en el que se desarrolla la historia de Catalina. Actriz frustrada que comparte piso en Madrid con otras cuatro mujeres, descubre unos viejos cuadros de una tía fallecida, y una sucesión de dudas no aclaradas la hacen pasar por la artista que viene a revolucionar el panorama. Enganchada en su propia mentira conoce a Mikel, un artista de verdad, en pleno bloqueo creativo y que tanto puede ser salvavidas como perdició. Benavent aprovecha el personaje para explorar la escritura desde la perspectiva masculina, y las diferencias de fuerza entre una y otra voz se hacen notar.

A lo largo de las 693 páginas sucede todo lo que alguien puede imaginarse a partir de esta sinopsis, y está todo eso que Benavent sabe combinar. El mundo que relata está poblado de mujeres de clase media, en sus 30 años, rodeadas de amigas y con algún interés amoroso que, detalladas descripciones mediante, es siempre el ser más atractivo sobre la faz de la Tierra. Y en crisis, siempre en crisis.

La especialidad de la casa es construir mujeres fuertes, que a pesar de sentirse perdidas, frustradas o ganadas por la angustia —todos signos de estos tiempos— lograrán encontrar el rumbo. Su resiliencia no es la que supera grandes adversidades sino la que le gana a los obstáculos del día a día, y su feminismo y empoderamiento está puesto ahí, en los pequeños gestos y los melodramas que serán anécdota.

La especialidad de la casa es hacer historias sencillas, entretenidas, de fácil identificación y de lectura compulsiva.

Valeria, la serie de Netflix, trasladó esos componentes a la pantalla con un resultado dispar, aunque mantuvo esa lógica del consumo de un tirón: guste o no, es difícil soltarla una vez que se engancha el código.

Fuimos canciones será la segunda muestra de un acuerdo que Benavent alcanzó con este servicio. La adaptación de otra novela suya, Un cuento perfecto, se espera pronto.

En cualquier formato, las historias de Benavent están hechas de lo mismo: de una escritura directa que le habla a las lectoras, de diálogos con el timing justo para un guion audiovisual, y de romances imperfectos que, de una u otra manera, tendrán final feliz.