Los aspectos claves y las tareas pendientes
En el estudio elaborado por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) —que tiene como director ejecutivo al economista Ignacio Munyo—, afirmaron que por la magnitud del proyecto, “es vital” que el gobierno y las autoridades departamentales realicen “planes estratégicos” para captar inversiones “que desemboquen en cadenas de valor relevantes, y que esté bien definido cuáles son los rubros a los que se debe apuntalar para aumentar la producción”. A modo de ejemplo, recordaron que en Treinta y Tres está “el segundo depósito más grande de América Latina de piedra calcárea, una materia prima de enorme potencial por su uso en la fabricación de cemento, que requiere de una atención especial”. Asimismo, la investigación concluyó que es “una asignatura pendiente” para Uruguay y Brasil poder “homogenizar los mecanismos de control, que no deberían entorpecer la dinámica de una frontera viva”. También manifestaron que se debe desarrollar la infraestructura necesaria para la terminal en la Laguna Merín, la que deberá tener “disponibilidad suficiente de carga y seguridades de conectividad”. Eso requiere, según Ceres, de una “coordinación binacional, tanto en la realización de las obras de dragado como de la correspondiente señalización en las aguas navegables”. El informe destacó además que “se debe tener presente el marco jurídico de la zona”, dado que “existe preocupación por el efecto nocivo de trabas burocráticas”, como también “prestar la debida atención” a la preservación de la biodiversidad de la
zona.