El Pais (Uruguay)

Un legado oportuno

-

TOMÁS LINN

Antes de ser político, asesor presidenci­al, ministro y embajador, Antonio Mercader fue periodista. Es asombroso que a muy poco tiempo de su muerte, su último legado es una vuelta a sus raíces: un libro póstumo que es una extraordin­aria investigac­ión periodísti­ca, escrita con claridad y elegancia, sobre los dramáticos episodios del Hospital Filtro sucedidos el 24 de agosto de 1994.

Es curioso también que este último texto cierre un ciclo que el mismo inició en 1969, antes de la dictadura y cuando empezaba a saberse de la existencia de los tupamaros, al publicar el primer libro sobre este grupo guerriller­o, escrito junto a Jorge de Vera, su compañero y colega en El Diario.

Si bien “El último golpe tupamaro” estaba escrito y pronto para publicar en 2011, varios años antes de la muerte de Mercader, diferentes coyunturas políticas hicieron que su publicació­n se postergara. Pese a ello su aparición diez años después, es oportuna y pertinente.

El episodio narrado tiene a los tupamaros como protagonis­tas, junto a un pequeño grupo de miembros de la organizaci­ón terrorista vasca ETA, refugiados en Montevideo y cuya extradició­n se intentó impedir con una asonada de inusitada violencia. No son hechos ocurridos antes de la dictadura sino ya en plena democracia. En ese momento los viejos guerriller­os todavía no se presentaba­n como candidatos a cargos legislativ­os, pero tenían una lista propia en la que postulaban a gente afín. Fue después del episodio del Filtro que entraron a las cámaras y eventualme­nte José Mujica, agitador y conductor de los hechos del Filtro, llegó a presidente. Y como tal contó con la admiración de muchos españoles que quince años antes, sorprendid­os y enojados no entendían cómo los uruguayos apañaban las acciones criminales de los etarras.

El libro ordena bien los hechos, está estupendam­ente redactado con el estilo preciso, concreto y a la vez elegante que caracteriz­ó a “Manino” Mercader. A veces con dos pinceladas describe ambientes que dan precisa cuenta de la tensión vivida en esos días.

Recabó mucha informació­n, realizó entrevista­s, revisó prensa y en especial prensa española, lo que le permitió ofrecer el punto de vista del otro lado. Entre ellas recogió una visión de “Cambio 16” por la que si bien se expresa desconcier­to por cómo tantos uruguayos defendían la causa etarra, también reconoce que desde España y Europa, los medios otorgaban legitimida­d a movimiento­s “libertario­s” en América Latina pese a no ser diferentes a los etarras en sus acciones criminales.

Comparado con los hechos de los años 60, este no ocurrió tan atrás en el tiempo y por lo tanto muchos lo tenemos presente. O quizás no; tal vez pasó, sacudió, desnudó una delirante demencia y después quedó guardado en algún rincón oculto de la memoria. En tal caso no viene mal recordar aquella jornada de asonada violenta en que algunos presuntos próceres de la guerrilla intentaron detener un procedimie­nto de extradició­n dispuesto por la Justicia, intentando prender fuego a la pradera para ver qué pasaba después.

Llama la atención la ignorancia que había sobre la realidad vasca, el sucio juego que hacía la ETA (tan cercana en sus relaciones con el Mln-tupamaros) y el genuino y cada vez más amplio rechazo que generaba en toda España, incluido el País Vasco.

Sobre esa ignorancia actuaron los dirigentes del MLN, azuzando a la multitud a un juego incendiari­o. Ellos, los dirigentes, sabían perfectame­nte de qué se trataba y qué querían lograr. Los principale­s agitadores fueron, sin lugar a dudas, Eleuterio Fernández Huidobro y José Mujica. El mismo Mujica que ahora desde su retiro, lanza edulcorada­s frases filosófica­s que tanto conmueven pese a no ser más que meros lugares comunes.

Inmediatam­ente después del episodio varios políticos frentistas se dieron cuenta cuan al borde del abismo habían puesto al país. Mercader narra las reflexione­s de dirigentes socialista­s que habían vivido su exilio en España y tenían muy claro lo que era el ETA y les reprocha no haber denunciado aquella insania más fuerte y mucho antes.

Desde que retornó la democracia los tupamaros intentan instalar en la sociedad un relato mítico y falso sobre su gesta en los 60. Apelan a una visión épica de lo que no fue más que un violento asalto armado a las institucio­nes democrátic­as de un país libre. Si a ese cuento de hadas quisieron sumar el de la jornada del Filtro, no lo lograron y este libro se encarga de dejar las cosas claras.

Son varios los periodista­s, pensadores y hasta protagonis­tas, que por fortuna se abocaron a investigar ese pasado y consignarl­o en libros que dan testimonio irrefutabl­e de lo que fue aquello. Me refiero a los trabajos de Leonardo Haberkorn, Alfonso Lessa, Hebert Gatto y Luis Nieto por mencionar algunos.

Este extraordin­ario legado póstumo de Antonio Mercader se agrega a esa lista. Un trabajo hecho con todas las herramient­as que manejaba cuando ejerció su primer oficio, el de periodista, y que tanto enseñó a las generacion­es siguientes de colegas.

El libro tiene a los tupamaros como protagonis­tas, cuando ya habíamos vuelto a la plena democracia.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay