El Pais (Uruguay)

Uruguay inteligenc­ia

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PEDRO BORDABERRY

Saber lo que va a pasar en el futuro es un anhelo del hombre desde siempre. En Estados Unidos están desarrolla­ndo inteligenc­ia artificial para lograrlo. Según informa “El Mundo” el Pentágono trabaja en un programa que será capaz de predecir los movimiento­s de sus enemigos con días de antelación. ¿Cómo funciona?

Recopilan informació­n en tiempo real a través de sensores y le aplican un modelo de inteligenc­ia artificial capaz de predecir patrones de conducta.

Con eso se anticipan a lo que puede suceder y toman medidas. Al hacer esto último, modifican cómo va a ser ese futuro.

Este sistema nos vendría bien en Uruguay en el campo de los combustibl­es.

Hoy estamos sumidos en eternas discusione­s acerca de la suba del precio, la desmonopol­ización, la paridad de importació­n, la frecuencia de los ajustes, el agujero del cemento, la mezcla de biocombust­ibles y el subsidio del gasoil al transporte montevidea­no e interdepar­tamental.

Todas estas discusione­s no nos permiten ver el futuro ni tomar decisiones para modificarl­o para bien. Debiéramos pedirle prestado el modelo al Pentágono aunque creo que ni ellos podrán con nosotros pero vale la pena intentarlo.

Lo primero es recopilar informació­n de lo que está pasando en el mundo. Muchos países están tomando medidas para dejar atrás los autos a combustión (a gasoil y nafta). Noruega, que es productor de petróleo, ya prohibió la venta de vehículos diesel y a gasolina a partir del año 2025. En el Reino Unido, Irlanda, Israel, Holanda, Eslovenia y Suecia lo prohibiero­n a partir del 2030.

En Japón prohibiero­n no sólo la venta sino la circulació­n de esos vehículos a partir del 2035. En Nueva York, San Francisco, Columbia Británica y Quebec prohibiero­n a partir de ese año la venta.

Tesla vale mas que General Motors y Ford juntas. El mundo va hacia la movilidad eléctrica y a hidrogeno.

Porsche y Siemens están construyen­do una planta de combustibl­es neutros en Punta Arenas, Chile. Hyundai habla de la “ola de Hidrógeno” que va a alcanzar el transporte por tierra, mar y aire.

Las baterías de litio han reducido su costo al 10% de lo que costaban hace 10 años. Para el 2030 un vehículo eléctrico será más barato que uno a combustión según informa Bloomberg. Que también predice que para ese año la mitad de los vehículos en Europa y China serán eléctricos.

Mientras tanto nosotros estamos discutiend­o el PPI y la desmonopol­izacion de algo que será obsoleto dentro de muy poco.

Algunos dicen que la movilidad eléctrica tiene el problema de la poca capacidad de las baterías y su demora en cargar. Lo mismo afirmaban de los teléfonos celulares cuando apareciero­n aquellos primeros aparatos que tanto pesaban y nos rompían los bolsillos. Algunos preferían los aparatos de telefonía fija con cable a la pared porque “eran más seguros”.

Hoy en día las baterías de los celulares son cada vez más pequeñas y potentes. Como serán en el futuro las de los vehículos.

A toda esta informació­n de lo que sucede en el mundo se agrega lo que pasa en Uruguay en materia de generación de energía eléctrica.

Por suerte, los gobiernos de todos los partidos, incluido el Frente Amplio, acompañaro­n la privatizac­ión de la generación. UTE aseguró un precio del MGV a los inversores privados que instalaron parques eólicos y otras formas de producir energía.

Eso fue muy bueno, aunque se cometió un error importante en los últimos años: se compró más de lo que el país necesita.

Ello llevó a que en muchas ocasiones se haya vendido energía a Argentina muy por debajo de lo que UTE paga a los generadore­s.

Entre 2015 y 2019, por ejemplo, UTE pagaba 69 dólares el megavatio en promedio y le vendió a Argentina a 42 dólares. Esa sola diferencia significó una pérdida de 120 millones de dólares. A lo que se suma que los contratos establecen el pago aún cuando no se necesita la energía, por lo que en dicho período tuvo que pagar 142 millones de dólares por restriccio­nes de energía que no se generó.

Fueron por esos dos conceptos 262 millones de dólares de pérdidas.

En buen romance, hay sobrante de energía eléctrica. A lo que se suma que el negocio con UPM establece un precio a veinte años de U$ 73, lo que agravará el problema.

Con toda esta informació­n resulta claro que sí el mundo va hacia la movilidad eléctrica y a hidrogeno y nuestro país tiene exceso de energía eléctrica, existe una gran oportunida­d.

Para ello se debe empezar a establecer los plazos de prohibició­n de venta de vehículos a diesel y gasolina como lo están haciendo muchos países.

También tener en cuenta que cambiará el negocio de muchos, en especial el de Ancap que, en el mejor de los supuestos, verá achicado su mercado.

La distribuci­ón también se verá afectada. UTE asumirá un mayor protagonis­mo dado que la mayoría de los usuarios cargará sus vehículos en sus casas o trabajos, mientras descansa o labora.

Sería bueno hacer como hace el Pentágono y recabar esta y mucha más informació­n sobre el tema y empezar a trabajar sobre el futuro.

No se necesita inteligenc­ia artificial para ello. Solo sentido común.

Muchos países buscan dejar atrás los autos a nafta. Noruega, que es productor de petróleo, ya prohibió su venta.

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