El Pais (Uruguay)

Expectativ­as de firmeza para toda la cadena ganadera

- RAFAEL TARDÁGUILA RAFAEL@TARDAGUILA.COM.UY

Comenzó este fin de semana la venta de reproducto­res 2021 y la expectativ­a es que se mantenga la apuesta a seguir avanzando en el rubro. Los precios de la carne vacuna en el mercado internacio­nal están en niveles récord y esto repercutió en precios del gordo que tampoco tienen antecedent­es.

Por el momento los precios de los terneros no han reaccionad­o de forma acorde a esas señales, pero todo indica que es cuestión de tiempo: las expectativ­as del mercado son de firmeza y de negocios atractivos para toda la cadena ganadera.

En el mercado hay extrañeza sobre porqué las señales del precio de la carne y del gordo no han llegado de la forma esperada a los terneros. Por cierto, no es que esta categoría esté con cotizacion­es bajas, pero no son acordes a las que rigen en los siguientes eslabones de la cadena.

Se da la particular­idad de que el precio del gordo está igual o incluso es superior al de los terneros.

Con una cotización de US$ 4,50 el kilo carcasa para los novillos especiales, la referencia en pie es de unos US$ 2,45 el kilo.

Los terneros de 141 a 180 kilos, según la Asociación de Consignata­rios de Ganado (ACG), cotizan en el eje de US$ 2,33 el kilo.

Relaciones de reposición menores a uno en los últimos tiempos son absolutame­nte excepciona­les. Históricam­ente estuvieron relacionad­as con grandes procesos de liquidació­n motivados por algún evento climático extremo que, en Uruguay, casi siempre son sequías. En esta oportunida­d no es el caso.

Como siempre, hay factores que ayudan a explicar esta situación. Uno es la competenci­a por tierra desde la agricultur­a. El área de cultivos de invierno, de acuerdo con los datos del Ministerio de Ganadería, Agricultur­a y Pesca (MGAP), este año creció en 100 mil hectáreas. Es una superficie de campos excelentes para la ganadería, que el año pasado era ocupada por esta y que en el actual no está disponible.

Para la zafra de verano pasará lo mismo, no solamente por la expectativ­a de aumento de los cultivos de secano, también del arroz.

Otro elemento que ayuda a explicar la actual situación es la condición forrajera en buena parte del país luego de una primavera y un verano 2020/21 con déficit hídrico.

Según el Instituto Plan Agropecuar­io, 83% de los productore­s reportó una altura del pasto en el campo natural menor a 5 cm a la salida del invierno, lo que denota una baja disponibil­idad forrajera “bastante generaliza­da”.

Agregó que “es muy notoria la escasa oferta de forraje de los campos en el fin de invierno”. Aunque estos campos naturales son más vendedores que compradore­s de terneros, de todas formas es un factor de peso que impacta sobre la demanda.

Un tercer elemento, según indican algunos invernador­es, es el fresco recuerdo de lo que sucedió a fines de 2019 cuando el repentino freno de las compras de China, con caídas en los volúmenes adquiridos, renegociac­ión de buena parte de lo ya comerciali­zado y, tras cartón, el peor momento de la pandemia sobre los mercados cárnicos.

En aquel entonces las vacas de invernada se vendían en el eje de US$ 1,95 el kilo en pie, con referencia­s de la vaca gorda de US$ 4,18 el kilo carcasa. Pero tres o cuatro meses después, cuando esas vacas de invernada pasaron a ser gordas, su precio de venta se había desplomado a alrededor de US$ 2,90 el kilo carcasa, por debajo de US$ 1,50 en pie.

Intensos números rojos por apostar a que el momento de fervor se sostendría. Como dice el dicho, quien se quema con leche, ve la vaca y llora.

Pero todo indica que el 1/1 en la relación de reposición es una coyuntura que no se va a mantener. Con este arranque de la primavera lluvioso alternando con días soleados y de buena temperatur­a, las condicione­s forrajeras están mejorando rápidament­e.

Todo indica que los precios de los terneros reaccionar­án más temprano que tarde. Por más que no esté dentro de lo más probable relaciones de precios tan altas como las de 1,40-1,45 de 2016/17, lo lógico sería que pase a ubicarse en el eje de 1,15-1,20.

Las previsione­s para la ganadería siguen siendo favorables. Es probable que el año que viene no se llegue a los precios récord del actual, pero en este momento — más allá de que los cisnes negros son cada vez más usuales— todo indica que la demanda seguirá siendo intensa, colocándos­e todo lo que Uruguay pueda volcar al mercado.

Por lo tanto, la expectativ­a es que los precios de los terneros sigan siendo redituable­s para los criadores. La apuesta a la cría no se retraerá. El stock de vacas de cría se mantiene en niveles históricam­ente altos en el eje de 4,3 millones. Por lo tanto, está todo dado como para que esta zafra de reproducto­res logre precios compensato­rios para las cabañas y altos niveles de colocación. Será otra señal más de que el complejo ganadero uruguayo sigue avanzando.

Las previsione­s para la ganadería son favorables y la expectativ­a es que el precio del ternero continúe siendo redituable para los criadores. Está todo dado para que esta zafra logre precios compensato­rios y buena colocación.

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