Alemania inicia el proceso para formar nuevo gobierno
Tanto Scholz como Laschet reivindican el derecho a suceder a Merkel
Alemania entró en un período de incertidumbre después de las legislativas del domingo, en las que los dos principales partidos defienden el derecho de encabezar el futuro gobierno de la economía más grande de la Unión Europea.
Liderados por el ministro de Finanzas y vicecanciller saliente Olaf Scholz, los socialdemócratas del SPD se proyectan como ganadores con 25,7% de los votos, según resultados preliminares publicados ayer lunes por la comisión electoral.
La alianza conservadora de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de Angela Merkel, y su partido aliado bávaro, la CSU, encabezada por Armin Laschet, obtendría 24,1%, el peor resultado en siete décadas.
Mientras Scholz lidera un partido en repentino ascenso, a Laschet le ocurre lo contrario. Su bloque cayó 8,9 puntos respecto a 2017, hasta quedar en un porcentaje inimaginable en el partido de Konrad Adenauer, Helmut Kohl o Merkel.
Los Verdes aparecen terceros con 14,8%, seguidos del liberal FDP con 11,5% y el ultraderechista Alternativa para Alemania con 10,3%.
“Un gobierno dirigido por la Unión (CDU/CSU) es lo mejor para nuestro país”, destacó ayer lunes Laschet. “Ningún partido”, ni siquiera el SPD, obtuvo un “mandato claro para gobernar”, insistió.
Sin embargo Scholz recalcó que la derecha alemana ha “recibido el mensaje de los ciudadanos de que ya no deberían estar en el gobierno sino en la oposición”.
En Alemania no son los votantes los que eligen directamente al jefe de gobierno, sino los diputados, una vez formada la mayoría. Pero esta vez la mayoría es especialmente complicada de formar, ya que debe reunir a tres partidos —la primera vez que esto ocurre desde los años 50— debido a la fragmentación del voto. “Empieza la partida de póker”, constató la revista Der Spiegel.
Tras las últimas elecciones, en 2017, se necesitaron más de seis meses para alcanzar un acuerdo y formar la actual gran coalición de conservadores y socialdemócratas que encabezó Merkel.
Tanto Scholz, de 63 años, como Laschet, de 60, dijeron que pretenden tener un gobierno instalado antes de Navidad.
“Alemania asumirá la presidencia del G7 en 2022”, advirtió Laschet, y es por eso que el nuevo gobierno debe “llegar muy rápidamente”.
Durante las negociaciones de coalición, Merkel se limitará a gestionar los asuntos corrientes, con una menor presencia en la escena internacional.
“Aunque continúe gestionando todos los dosieres, (Alemania) perderá la legitimidad de dar forma a las iniciativas internacionales”, dijo el experto Christian Mölling, en un análisis para el Consejo alemán de Relaciones Exteriores (DGPA).
Un vacío que preocupa particularmente a Francia, que en enero asumirá la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), y que tiene en Alemania a su socio más importante.
LA LLAVE. Los Verdes, liderados por Annalena Baerbock, que durante un tiempo aparecían como favoritos, tienen suficiente apoyo para incidir en el próximo gobierno.
Igualmente, los liberales del FDP también lograron suficiente apoyo como para tener la llave del gobierno y convertirse en un actor ineludible para la futura coalición.
Una alianza tripartita con el SPD sería “la opción más evidente”, consideró el copresidente de Los Verdes, Robert Hasustituyó beck, aunque no descartó dialogar con los conservadores.
AFUERA. La ultraderechista Alternativa para Alemania (AFD) quedó en un 10,3%, dos puntos menos que en 2017, cuando se convirtieron en la primera fuerza de su espectro con escaños en el Bundestag. Están descartados como socios en cualquier coalición. Pero sigue siendo un partido fuerte en el este del país, en dos de cuyos estados —Turingia y Sajonia— defendieron su posición de primera, por encima del 20%.
Por su lado La Izquierda, que se habría quedado fuera del Parlamento con un 4,9%, tampoco es una opción para sumar a una coalición de gobierno.
“Empieza el juego de póker”, dijo la influyente revista Der Spiegel.