Excepcional subasta de los Brangus de El Coraje de familia Bove Itzaina
Se vendieron 52 toros a un precio promedio de US$ 4.565
Los martillazos fueron tan fuertes como el granizo que rebotaba contra el piso. El octavo remate anual de El Coraje fue un continuo “¡pa!, ¡pa !, ¡pa!” y los toros se fueron casi tan rápido como el agua que cayó durante la tarde de este jueves 30, en el galpón de ventas de la familia Bove Itzaina.
A pesar de la lluvia, el granizo y el corte de luz, la torada Brangus y Ultra Black (y Red) de El Coraje se dispersó en su totalidad, a cargo de los escritorios Zambrano & Cía y Aramburu Negocios Rurales. Hubo demanda nacional, pero también desde Argentina, Paraguay y Brasil.
Entraba un lote, se iba en pocos minutos. Entraba el otro, marchaba también. Todos se vendieron con una agilidad admirable y no faltaron los aplausos por la excepcional presentación de la oferta. La picada del precio máximo de la subasta dejó boquiabierto a todo el público presente. Era un “¡ponga!” constante, hasta que la cabaña Cangue, de Paysandú, ganó la puja con los US$ 10.800 del RP 1204 (“Del Infante”).
El valor promedio de las ventas fue de US$ 4.565 por los 52 ejemplares comercializados. Además, se vendió el 50% de una donante por US$ 22.200 (es decir, US$ 44.400 el 100%) y una ternera Angus a US$ 20.400 (también el 50%). De esta forma, el valor promedio de los ocho vientres comercializados fue de US$ 9.973. “Se sabía que iba a andar bien, pero no sabíamos qué tan bien. Fue un remate redondo”, dijo Alejandro Zambrano, director de Zambrano.
Pese al cansancio, lo primero que destacó Pablo Bove, integrante de El Coraje, fue la gratitud y la satisfacción por las ventas que superaron ampliamente las expectativas, y también los promedios del remate anterior. Valoró también la cantidad de compradores que hubo que se llevaron de a uno, de a dos, de a tres y hubo solo uno de volumen. “Sabíamos, por el clima y los precios de los últimos meses, que iba a ser un mejor año, pero superó nuestras expectativas”, dijo.