Sereno imputado tras tirar ocho veces
Dijo que el ladrón lo intentó atacar con un cuchillo y que se defendió
■■ El fiscal Alfredo Ruiz solicitó ayer ante la jueza María José Camacho el inicio de una investigación penal por un delito de homicidio agravado por arma de fuego en grado de tentativa. Un sereno, en San José, declaró que se defendió del ataque de un delincuente en medio de la oscuridad.
Dicen que cuando todo ocurrió la oscuridad bañaba por completo al campo. Que esa medianoche todo el lugar era “una boca de lobos”. Fue entre las 23 y las 0 horas cuando la tranquilidad del establecimiento ubicado en Camino Guaycúru, próximo a San José de Mayo, fue interrumpida introspectivamente.
Ocho disparos fueron los que se sintieron. Esos fueron los protagonistas que retumbaron en la silenciosa noche del martes. Cuando los investigadores de la Policía de San José llegaron al lugar, alertados por esos ruidos, se encontraron con la escena. De un lado vieron una persona que se presentó como “sereno”; del otro, un presunto delincuente herido por varios impactos de bala. Y así comenzó la investigación.
LOS HECHOS. El sereno, de 49 años, estaba dentro de un ómnibus ubicado a varios metros de la casa de su patrón. Dentro de ese vehículo era que dormía y vigilaba la zona. Tenía una pistola 9 milímetros y el ómnibus desde donde observaba lo que sucedía en las inmediaciones del campo de su jefe estaba completamente oscuro.
El sereno dijo ante los policías, y luego ante el fiscal del caso, que un hombre se apareció en el ómnibus donde él estaba. Tenía un cordero debajo de un brazo y un cuchillo en la otra mano. Y agregó que hacía unos días se había constatado un faltante de ganado en el lugar.
Luego narró, según indicaron fuentes del caso a El País, que el delincuente lo amenazó, y que al mismo tiempo él, con su pistola 9 milímetros, le exigió que soltara el cordero.
Siempre según su versión, sin amedrentarse el delincuente comenzó a correrlo alrededor del ómnibus. En determinado momento, intentó atacarlo con el cuchillo y él disparó en el medio de la oscuridad.
Lo hizo ocho veces y seis de esas balas terminaron en el cuerpo del delincuente. Las vainas fueron encontradas por personal de Policía
Científica en el lugar. El hombre quedó detenido; el presunto ladrón, en tanto, fue trasladado a un hospital de la capital donde hasta ayer permanecía internado en estado grave.
Luego de permanecer 48 horas detenido, ayer se llevó adelante la audiencia judicial donde se intentó demostrar por parte de la Fiscalía que el sereno no había actuado en el marco de la legítima defensa sino que era consciente de lo que podría generar habiendo disparado las veces que lo hizo.
El fiscal Alfredo Ruiz solicitó ayer ante la jueza María José Camacho el inicio de una investigación penal por un delito de homicidio agravado por arma de fuego en grado de tentativa. El representante del Ministerio Público pidió además que se determinara el arresto domiciliario nocturno para el sereno de 22 a 5 horas por un lapso de 120 días, mientras la Fiscalía continúa recabando elementos de cara a un juicio oral.
La medida cautelar pedida tuvo en cuenta el hecho de que el hombre de 42 años es primario. La magistrada Camacho hizo lugar al pedido de Ruiz y determinó la imputación del sereno por ser el presunto autor de un homicidio agravado por arma de fuego en grado de tentativa. La investigación podría cambiar de carátula, pasaría de homicidio en grado de tentativa a homicidio, si el hombre que se encuentra internado en estado grave termina perdiendo al vida.