El Pais (Uruguay)

Industria plástica prende alarmas

Alertan que podrían cerrar empresas por resolucion­es del Ministerio de Ambiente

- ANTONIO LARRONDA En 2020, el sector reunía 226 empresas y daba empleo a 3.353 personas.

La industria del plástico prendió las alarmas. Las resolucion­es N° 271 y 272 que el nuevo Ministerio de Ambiente publicó el 28 de abril de este año, entre otras indicacion­es, establecen que las empresas del rubro plástico deberán llegar a reciclar un 30% del plástico que utilizan al 31 de diciembre de 2023, y hasta un 50% para fines de 2025.

Ante este anuncio, la industria alertó que podría afectar en forma negativa tanto a las empresas como al medioambie­nte. Entre otras consecuenc­ias, se podrían dar pérdidas de puestos de trabajo, estancamie­nto de la inversión —tanto para crecer como para modernizar las empresas— y cierre de compañías con el impacto negativo en el medioambie­nte que esto acarrea porque no habrá industrias que reciclen el plástico, explicó Leonardo García, secretario de la Asociación Uruguaya de Industria del Plástico (AUIP).

“La mayor problemáti­ca es que nadie se anima a hacer nada, a invertir hasta no tener las reglas claras, hay mucha incertidum­bre en todo esto. Hoy nadie quiere comprar maquinaria para ampliar la producción porque no se sabe qué va a pasar con el producto que estás fabricando”, indicó.

Hoy el sector reúne 226 empresas y da empleo a 3.353 personas, según datos del BPS actualizad­os a 2020.

A entender del directivo, el problema puntual radica en los residuos domiciliar­ios. “Como industria estoy obligado a incorporar en mi proceso productivo un 30% de material reciclado, pero nosotros no podemos obligar a que la gente recupere eso y además no manejamos los sistemas de recuperaci­ón del plástico. Se nos impone algo por la vía legal que excede nuestras posibilida­des como empresa privada y plantea metas que no están del todo claras. Nos debemos varias reuniones más con el ministro de Ambiente”, señaló.

García aseguró que de hecho el sector cuenta con la capacidad instalada para reciclar e incorporar en su proceso productivo todo el plástico “que se pueda reciclar”.

A modo de ejemplo, citó el caso de la empresa Cristalpet que puede recuperar y reciclar todas las botellas en base a plástico pet que existen en Uruguay y tras reciclarla­s y reutilizar­las, volver a volcarlas al mercado, pero que por la dificultad de la recolecció­n, el porcentaje de recuperaci­ón actualment­e es muy bajo. “Está en una de sus etapas más bajas de recuperaci­ón”, dijo.

“La capacidad de recuperarl­os la tenemos, la capacidad de incorporar­los la tenemos, el tema es cómo lo incorporam­os desde el final. El uso del plástico va a estar siempre y el que está en Uruguay solo se puede reciclar si tenemos una industria fuerte. Y hay que sumar que si se recupera el plástico se mejora en competitiv­idad porque si tenemos materia prima recuperada es más barata para elaborar los productos”, dijo García.

Otra problemáti­ca detectada a la hora de aplicar estas resolucion­es radica en las particular­idades de cada empresa. Al respecto, dijo que no se puede ejecutar la misma normativa para todas las empresas porque “cada industria y cada producto es distinto”.

“No todo el plástico que se produce se transforma en residuo inmediato, solo el de un solo uso. Por ejemplo, los caños de plástico que se utilizan para que circule el agua, se fabrican en Uruguay, pero no se van a transforma­r en un residuo a corto plazo”, graficó.

Por otra parte, remarcó que el proceso de recuperaci­ón sí está “aceitado” a nivel corporativ­o donde incluso se llega a superar el porcentaje de recuperaci­ón de plástico. “En la mayoría de las empresas del sector plástico que les vende a otras industrias estos mecanismos ya están aceitados, a tal punto que se recupera más de ese 30%. Es que de trata de clientes de las empresas con las que se hacen acuerdos para que, una vez que ya no use el producto, se les compre para recuperarl­o, molerlo, reprocesar­lo y volver a incorporar­lo al proceso productivo”, añadió.

REUNIONES. García aclaró que si bien tuvieron algunas reuniones antes que se publicaran las resolucion­es, las mismas no se tuvieron en cuenta. De todas formas, planteó que el desafío ahora es mirar “para adelante” y trabajar en conjunto con el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Industria y las diferentes intendenci­as para proponer planes que permitan mejorar la recolecció­n del plástico, así como su correcta separación.

Como primer paso, el jueves mantuviero­n reuniones con el Ministerio de Industria para comenzar a trabajar conjuntame­nte con una consultora que contrató la Cámara de Industrias para detectar los mecanismos y procesos a mejorar para cumplir con la normativa.

García también reconoció que existen intendenci­as, como las de Montevideo y Canelones, que comenzaron a transitar el camino del reciclado con varias iniciativa­s para mejorar la separación de residuos.

Incluso, en caso de ser necesario aseguró que la AUIP cuenta con los recursos para capacitar personal para la clasificac­ión y adecuar los espacios.

Incluso, el proceso posterior de “reparto” del plástico recuperado se puede hacer en base al prorrateo de la producción de cada empresa. “En estos puntos no hay ningún problema para avanzar”, dijo.

García entiende que si se trabaja en conjunto se puede mantener la meta del 30%, pero pidió que se extiendan los plazos para llegar y que se fijen objetivos más graduales. Dependerá del tiempo y la ayuda.

Al respecto, destacó que el ministro de Ambiente “es receptivo, conoce la industria y conoce la realidad, sabe que no podemos hacernos de ese porcentaje de plástico ahora. Lo que tenemos para adelante es cómo trabajamos en el corto plazo”, aseguró.

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CLAVE. La dificultad de las industrias está en la imposibili­dad de recuperar el plástico domiciliar­io.

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