La negociación de América Latina de las vacunas COVID-19
Uruguay fue el último país en comprar y ahora está entre los primeros que más vacunaron
Las campañas de vacunación contra el COVID-19 en los países de América Latina encuentran muchos puntos en común: solo en algunos de ellos fue necesaria una ley o un decreto para la adquisición de las vacunas, en casi todos se aceptaron las cláusulas de confidencialidad en los contratos con los laboratorios, la compra se hizo a través del Estado —con ligeras variantes, como en el caso de Brasil y Perú— sin dar intervención directa a los privados, y en la mayoría de los países las compañías farmacéuticas realizaron en 2020 ensayos clínicos en miles de voluntarios, lo que abrió el camino para la entrega de las dosis cuando se ingresara ya en fase de producción.
Así se desprende de un informe realizado en once países de la región por el Grupo de Diarios América (GDA), que expone pasos en falso, demoras y una gran dosis de secretismo (por el escaso acceso a la información) como rasgos característicos de la forma en que buena parte de los países de la región han hecho frente al mayor desafío a la salud pública mundial en la historia reciente.
En la región la negociación de los contratos con los laboratorios proveedores comenzó a mediados de 2020, y se prolongó hasta fines de ese año.
NEGOCIACIONES. En Argentina arrancó en invierno con una oferta de Pfizer de una asignación anticipada de 13 millones de vacunas, que el gobierno no aceptó. En noviembre se cerró una compra de 22 millones de dosis de Astrazeneca, a las que se sumaron 9 millones del mecanismo Covax y el primero de una serie de viajes a Rusia para traer miles de dosis de Sputnik V. La vacunación comenzó el 29 de diciembre de 2020, pero en su transcurso ha tenido pausas mientras se esperaba la llegada de las dosis. Ya en 2021 se concretaron acuerdos por vacunas de Moderna, Cansino y Pfizer.
En el caso de Brasil, la primera fase de las negociaciones no se llevó a cabo para la compra del producto final, sino para el desarrollo y transferencia de tecnologías. Si bien desde agosto de 2020 Pfizer y Janssen intentaron negociar con Brasil la compra de vacunas, por la falta de respuestas del gobierno de Bolsonaro los acuerdos llegaron más de 200 días después. Pero el proceso en Brasil no estuvo exento de polémicas. Anvisa, organismo encargado de la protección de la salud de la población, sufrió intentos de interferencia política y la política antivacunación del presidente Bolsonaro influyó en el mayor retraso en el análisis de los registros de vacunas. La campaña de vacunación se inició el 17 de enero.
En Colombia, las negociaciones comenzaron a fines del primer semestre de 2020. En diciembre se expidió la ley 2064, que declaró la inmunización como un tema de interés general, y se consolidaron los primeros acuerdos bilaterales con las farmacéuticas, comenzando la vacunación el 17 de febrero de 2021. La inversión por las vacunas sería 1,11% del presupuesto nacional de 2021.
Costa Rica, uno de los tres primeros países en América Latina en proteger a su población —junto con México y Chile— inició las negociaciones en la segunda mitad del 2020. A partir de 2021 ya tenían activa una campaña de vacunación; privilegio solo de 50 naciones.
Chile constituyó en julio de
2020 un comité interministerial para explorar las vacunas candidatas y negociar su compra. Con la llegada del primer envío de Pfizer el 24 de diciembre comenzó el proceso de inoculación. El fondo contingente para las vacunas representa en 2021 200 millones de dólares.
Un caso particular es el de El Salvador. El gobierno de Nayib Bukele declaró reservada la información pública relacionada con la pandemia. La vacunación arrancó el pasado febrero.
En octubre de 2020, México firmó los primeros contratos. En junio de 2021 se informó de contratos para adquirir 242 millones de dosis con Astrazeneca, Pfizer, Cansino Biologics, Sinovac, Sputnik V y Johnson y Johnson. Se realiza el envasado en el país de vacunas de Astrazeneca y Cansino, pero no se preveía este año el envasado masivo de Sputnik V. Desde mayo, México entró como miembro de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), único integrante de América Latina. El presidente López Obrador indicó que la compra de vacunas representaría 1.660 millones de dólares.
En Perú, el 20 de agosto de 2020, durante la gestión del expresidente Martín Vizcarra, se anunció que su gobierno coordinaba con los laboratorios Sinovac-instituto Butantan, Astrazeneca, Sinopharm y Pfizer la adquisición de vacunas. Sin embargo, en noviembre pasado, durante el gobierno de transición de Francisco Sagasti, se informó que para entonces no había ningún contrato firmado con los laboratorios anunciados. La vacunación empezó el 9 de febrero, con 300 mil dosis de Sinopharm destinadas al personal de salud de primera línea.
El caso de Puerto Rico es especial, ya que no tuvo que negociar la compra de vacunas, que estuvo a cargo del gobierno de los Estados Unidos. Allí se utilizaron Pfizer/biotech, Moderna y Janssen (Johnson& Johnson). La campaña de inoculación comenzó el 15 de diciembre de 2020.
URUGUAY. Este país fue el último de la región en haber comprado las vacunas. La negociación tuvo dos etapas. Una primera fue la apuesta al fondo Covax, de la OMS, pero ante los retrasos en la logística de este fondo y la necesidad de una vacuna de emergencia, Presidencia
tomó la posta y a partir de diciembre negoció directamente con los laboratorios Sinovac y Pfizer-biontech, con lo cual se recuperó el terreno perdido. El único organismo autorizado para la compra y distribución de las vacunas es el gobierno central a través del Ministerio de Salud Pública. Un prestador de salud privada intentó negociar un acuerdo con la vacuna rusa Sputnik y le fue rechazado, dice el informe.
Para la compra se creó por ley, en abril de 2020 un Fondo Solidario COVID-19, que incluye utilidades del banco estatal, recaudación de impuestos, donaciones y demás. No se tuvo acceso a la información sobre el costo de las vacunas, al aducir el gobierno “cláusulas de confidencialidad” en los contratos. El semanario Brecha llevó el caso a juicio y el juez Pablo Javier Gandini rechazó, el 24 de mayo de 2021, el acceso a la información pública.
PAGOS BLOQUEADOS. El régimen venezolano inició las negociaciones para la compra de vacunas con US$ 200 millones en 10 millones de dosis de la rusa Sputnik V, que serían entregadas al país de manera progresiva. El 8 de febrero comenzó la vacunación. También se aplica la vacuna china Sinopharm. Se firmaron contratos con Cuba y con la rusa Geropharm para la Epivaccorona. En cuanto a las dosis a través del mecanismo Covax, Venezuela aseguró haber completado los pagos tras informarse que cuatro pagos habían sido bloqueados por bancos suizos.