ALEX UBAGO “Mi primer disco me cambió la vida”
El músico español repasó su carrera junto a El País y dio detalles de su disco de duetos
Le mando un abrazo a todos mis seguidores de Uruguay y espero verlos pronto por allá”, le dice Alex Ubago a El País desde el otro lado de la videollamada. Es un jueves al mediodía y el español está en medio de una gira virtual de prensa para presentar su nueva versión de “A gritos de esperanza”, uno de los éxitos de ¿Qué pides tú?, su álbum debut de 2001. Para celebrar los 20 años de aquel trabajo que incluía a “Sin miedo a nada” —mejor conocida como “Me muero por conocerte”—, “No te rindas” y la ya nombrada “A gritos de esperanza”, Ubago se lanzó en un proyecto de reversiones de su repertorio.
Y el primer adelanto, ese que está presentando con una serie de entrevistas con medios de todo el continente, fue grabado a dúo con Jesús Navarro, el cantante de Reik. Ambos artistas —referentes de la canción romántica en español durante la década de los 2000— se juntan para ofrecer una relectura fresca que le aporta todavía más emoción a esa letra que invita a celebrar el camino construido en una relación amorosa.
“Con Jesús tenemos muchas cosas en común a nivel musical y en el romanticismo con el que interpretamos nuestras canciones”, comenta. Y en esta relectura de “A gritos de esperanza” queda más claro que nunca. Es más, puede considerarse la versión definitiva de ese clásico.
Sobre esta canción, que marca el inicio de un proyecto de duetos en torno a sus éxitos, y los 20 años de su carrera, Alex Ubago habló con El País.
—“A gritos de esperanza” es el primer adelanto de tu álbum de nuevas versiones de tus clásicos. ¿Cómo fue el proceso de reencontrarte con tu obra?
—Ha sido muy bonito por todo lo que supone. Es un disco que conmemora mis 20 años de carrera y es una manera de echar la vista atrás para recopilar todas esas canciones que me han traído hasta aquí. Fue un proyecto muy bonito y he regrabado 18 canciones junto a grandes amigos y artistas de toda América y España con los que he llevado mi repertorio a nuevos universos, pero sin perder la esencia. “A gritos de esperanza” es el primer single y la he grabado junto a Jesús, que es un gran amigo y un artista al que admiro mucho.
—Estás celebrando los 20 años de ¿Qué pides tú?, tu primer trabajo. ¿Cómo recuerdas a aquel Alex que dejó la carrera de Administración de Empresas para apostar por la música?
—Con mucho cariño y como si fuese ayer. Me siento muy afortunado por todo lo que he vivido en estos 20 años, y el comienzo de mi camino fue algo increíble. Yo tenía 20 años y, como dices, decidí dejar la carrera de Administración de Empresas porque me di cuenta de que estaba haciendo algo que no me gustaba. Aposté por la música y fue una aventura increíble. Mi primer disco me cambió la vida, y aún me recuerdo todas esas vivencias, las primeras giras y los primeros contactos con los fans.
—¿Qué pides tú? fue un éxito de ventas. Haber iniciado tu carrera con un disco de esa magnitud fue muy favorable, pero imagino que tanta exposición de golpe puede ser difícil de digerir. ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de haber tenido un debut tan popular?
—Mi caso es un poco raro porque no he sido el típico artista que está picando piedra hasta el cuarto disco y que ya tiene experiencia cuando llega el éxito. En mi caso, tuve una exposición brutal con muy poca experiencia. Esa es una de las desventajas porque tuve que aprender muchas cosas sobre la marcha, y con los años he adquirido más seguridad en muchos aspectos. Lo que sí puedo decirte es que la experiencia de la fama para un chaval de 20 años fue muy intensa para alguien que estaba empezando. No te digo que haya sido negativo, pero a veces pienso que si me tocara vivir
“Tuve una exposición brutal con muy poca experiencia”, dice sobre su álbum debut.
“Quiero que mis canciones suenen siempre a algo nuevo”, asegura.
ahora un éxito de ese tipo, seguro estaría más preparado. También te digo que he llevado el éxito bastante bien porque he sido un tipo muy tranquilo y nunca sentí que se me fuera la cabeza. Eso es muy importante.
—Lo que destaco de tu obra es que has grabado unos cuantos éxitos sin intentar repetir la fórmula de ese primer disco. Hay una búsqueda constante en cada trabajo. ¿Cómo lo valoras?
—Hay una evolución en mi obra, aunque lo definiría más como una coherencia. Si bien es verdad que me he mantenido bastante fiel a mi estilo, sí he coqueteado con otros matices e influencias pero siempre manteniendo la coherencia. Es cierto que, a veces, los músicos encontramos una fórmula y tendemos a explotarla, incluso viéndolo desde el punto de vista más técnico: utilizamos los mismos acordes, progresiones y hasta frases. Pero cuando estoy escribiendo una nueva canción y veo que algo se parece demasiado a algo que hice antes, lo descarto enseguida. Quiero que mis canciones suenen siempre a algo nuevo.
—¿Los 20 años de tu primer disco y este proyecto de duetos te permitió mirar hacia atrás? ¿Has pensado cuál es el combustible de tu carrera?
—No me lo planteo demasiado porque es algo que me gusta tanto que necesito hacerlo. Es como las relaciones: cuando uno está bien, no se plantea nada; pero si empiezan las dudas, entonces es que algo no va del todo bien. No sé decirte cuáles son mis motivos para seguir en la música, pero sí te puedo decir que lo que más me gusta en el mundo es componer y subir a un escenario. Nací para esto.