PLATAFORMA PARA PODER FINANCIARSE
El financiamiento colectivo o crowdfunding, es otra de las innovaciones en las que ha trabajado el BCU en el último tiempo, lo cual implica financiamiento en masa de emprendimientos de diversa naturaleza. Según Daniel Artecona, gerente de la Asesoría Jurídica del BCU, el contexto legal del
crowdfunding es promover el pequeño emprendimiento. “Una de las formas de fomentar los pequeños emprendimientos innovadores, es facilitar que el ahorro público, incluyendo las inversiones minoristas, se pueda volcar al financiamiento de muchos proyectos, incluso de pequeña escala”, agregó. En este sentido, el financiamiento se realiza a través de plataformas digitales, regulado bajo la óptica del mercado de valores, en donde hay contacto directo entre demandantes y oferentes de recursos financieros.
“Es tal la desintermediación, que ni siquiera se precisa la intermediación ni del intermediario financiero, que se apropia de los recursos y los coloca, ni del propio intermediario
de valores”, afirmó. A su vez, agregó que lo que les interesa como reguladores, es “encontrar el equilibrio entre ese propósito de promoción con la protección o resguardo del inversionista. El inversionista precisa siempre, más en este tipo de emisiones, información completa, oportuna y veraz”. En medio de los intereses del emisor y del inversionista, está quién brinda la plataforma para que este financiamiento sea posible, quien debe ser un agente regulado por el BCU. En este sentido, la administradora será registrante, agente de pago y representante de los tenedores de valores. Asimismo, deberá asegurar un mercado secundario que permita la negociación de los valores, dijo el abogado. Por otro lado, el emisor tendrá un máximo de facturación (75 millones de Unidades Indexadas anuales en los dos últimos ejercicios anuales, que equivalen a $ 380,9 millones a hoy) y contará con liberaciones de exigencias, como la calificación de riesgo, entre otros.