SIMONE LEAL
28 años, trabajadora en la caña de azúcar, Artigas
■ El trabajo rural, de por sí, es sacrificado pero la mujer es bien guerrera. Lo que a veces nos falta son oportunidades laborales que siempre son para los hombres. Cuando piensan en la mujer para el campo, la ven a una como cocinera y no es así, las mujeres somos baqueanas en todo: para el ganado, para la agricultura, en un montón de actividades. En el campo una hace de todo un poco y siempre es trabajo duro, pesado, bajo el sol y bajo lluvia. Siempre hay riesgos. Me dedico a la cosecha de la caña de azúcar, este es el primer año que lo hago, pero estoy segura no será el último. Es muy sacrificada la zafra y es una labor cansadora pero siendo trabajo todo vale.