EL OTRO EXTREMO TAMPOCO ES POSITIVO
tonces actuás impulsivamente, porque el cableado cerebral tiene un cortocircuito”, explicó.
Por esto, sostuvo que es clave no tomar decisiones en momentos en el que se está “muy volado” por un estado emocional intenso.
A su vez, una vez hecha la pausa, se debe buscar la libertad, según De Barbieri, en donde uno pueda buscar apoyo en otra persona de confianza, además del apoyo psicológico o financiero, con quien se pueda analizar el manejo de las finanzas que se está realizando y ver “si se está haciendo una trampa al solitario”.
EVASIÓN Y CÍRCULO VICIOSO. En tanto uno debe procurar que las emociones no impacten en nuestras finanzas negativamente, ¿qué sucede si ya me equivoqué?
Entre los posibles escenarios de decisiones mal tomadas previamente, están aquellos que evaden a enfrentarse a su situación financiera, como también están aquellos que comienzan un círculo vicioso de malas decisiones y ansiedad.
Por esto, en caso de evasión por tener miedo con lo que uno se puede encontrar, De Barbieri señaló que nadie “tiene por qué saberlo todo”, siendo recomendable buscar un acompañamiento que ayude en la organización de las finanzas, con el fin de tomar buenas decisiones.
Por otro lado, ante la calesita de malas decisiones y emocionalidad, la licenciada en sicología e integrante de la Red de Psicólogos del Uruguay, Andrea Coppola Zicari, señaló como importante lograr la satisfacción “más allá de lo económico” y que esto contribuya a elevar el autoestima.
Para esto, destacó participar de actividades sociales y recreativas saludables, a través del vínculo con amigos y familia, tener pertenencia en una organización, entre otros.
Asimismo, López Martirena concluyó que aquello que nos hace sentir plenos suele tener que ver con actividades que realizamos, en lugar de bienes que poseemos o consumimos por impulso.
■ “Hay personas que justamente no se dan permiso para nada. También podés encontrar ese otro extremo. Si vos tenés la posibilidad de cambiar el auto, de irte a un hotel con tus amigos o tu pareja, bárbaro. También es esa dimensión del placer, que tiene que ver con la felicidad”, señaló De Barbieri. Para aquellos que no se permiten disfrutar de sus finanzas, “está el riesgo de gastar y no poder controlar”. Del mismo modo, López Martirena sostuvo que en estos casos “el dinero puede estar girando sobre uno o dos valores, que pueden ser prioritarios, pero que anulan a todo los demás”, que también son prioritarios, como el autocuidado o el descanso.