Jueza niega nulidad de la audiencia y apelarán fallo
Fiscal tomó declaraciones a víctima antes; abogados dicen que es irregular
■■ Los abogados defensores en la Operación Océano anunciaron ayer que apelarán el fallo de la jueza María Noel Tornarelli, que negó la nulidad de la audiencia.
La postura de los abogados penalistas surge después que escucharon el testimonio de la principal víctima de la causa señalar que la Fiscalía, cuya titular es Darviña Viera, le tomó declaraciones en dos oportunidades en su casa. Enseguida, la abogada Cecilia Salom advirtió que la audiencia debía declararse nula porque los defensores se estaban enterando allí mismo de la existencia de esas declaraciones.
Viera alegó que las manifestaciones de la chica estaban en la carpeta de los penalistas aunque sin datos sobre su realización.
La jueza Tornarelli le dio la razón a la fiscal.
Los abogados de 32 imputados de la Operación Océano anunciaron que apelarán el fallo de la jueza María del Carmen Tornarelli, que no hizo lugar a la nulidad ni a la suspensión de la audiencia realizada ayer, según indicaron a El País algunos participantes.
Los defensores señalaron a la magistrada que la audiencia era nula porque no habían tenido acceso a la declaraciones que la principal víctima del caso realizó a la Fiscalía en su casa. Minutos antes, la damnificada había dicho que había testificado ante equipos de la Fiscalía en dos oportunidades. Luego, en el debate con los abogados, la fiscal Darviña Viera dijo que se le tomó declaración solo una vez.
Apenas la víctima declaró esto en la cámara Gesell, ubicada en una sala distinta a la que se encontraban la Fiscalía, abogados e imputados, la penalista Cecilia Salom levantó la mano y argumentó que la audiencia era nula.
Según Salom, los abogados se enteraron en el momento de la existencia de esas declaraciones de la joven. Y sostuvo que, por segunda vez, la Fiscalía escondía pruebas a los defensores de los imputados en la causa.
De esta forma, Salom aludió a que, en el pasado, la Fiscalía había “ocultado” el contenido de uno de los dos celulares de la joven. Sin embargo, en primera instancia y un Tribunal de Apelaciones consideraron que, en aquel momento, no existió ocultamiento de pruebas por parte de Fiscalía.
El abogado Gastón Chaves calificó de “pesquisas secretas” al accionar de la Fiscalía. Mientras que el defensor Santiago Alonso dijo que “la declaración de la joven aparenta haber sido adoctrinada previamente”.
Ayer, en un intercambio con casi todos los abogados defensores, la fiscal Viera señaló que el 2 de julio de este año se le tomó declaraciones en una sola ocasión a la víctima en su casa y que ello constaba en la carpeta en poder de los profesionales.
No obstante, según relataron participantes de la audiencia a El País, no se encontraba en la carpeta la fecha, la hora ni el lugar donde se había tomado la declaración de la víctima. La
Fiscalía pidió a los abogados que apelen a la buena fe y que hagan lugar a la declaración, dijeron las fuentes.
En ese momento, por lo menos dos posiciones se generaron en el grupo de defensores: aquellos que defendían a imputados muy comprometidos pretendían la nulidad de todo el caso y otros que reclamaban que la jueza Tornarelli dispusiera solo la nulidad de la audiencia de ayer. “Las formalidades establecidas en el artículo 264 del Código del Proceso Penal no se cumplieron”, dijo un abogado penalista a El País.
Dicho artículo sostiene: “La constancia de cada actuación (de Fiscalía) deberá consignar por lo menos la indicación de la fecha, hora y lugar de realización, de los funcionarios y demás personas intervinientes, así como una breve relación de sus resultados”.
CÉDULAS FALSAS. En su declaración, la víctima reconoció que se contactaba con adultos desde que tenía 16 años y afirmó que utilizaba cédulas de otras personas para ingresar a fiestas o a boliches que exigían la mayoría de edad. Así lo señalaron fuentes del caso a El País. Uno de los documentos de identidad pertenecía a una conocida suya y otro lo había encontrado en la calle.
La joven insistió en que a algunos adultos les trasmitió que tenía 18 años, otros no le preguntaron la edad y a otros les señaló que era menor.
Ante la pregunta sobre los motivos de los contactos con adultos, la joven dijo que recibía dinero y que lo utilizaba para adquirir maquillaje, ropas o drogas. Enseguida agregó que dejó de consumir en febrero de este año, cuando comenzó un tratamiento de rehabilitación.
Víctima reconoció que utilizó dos CI ajenas; una la encontró en la calle.