NO ES EL CAMINO
La legalización de la muerte asistida no es el camino. Primero, porque una persona que se siente aquejada por un dolor insoportable no está en condiciones de ejercer una verdadera libertad de elección. Segundo, porque la medicina paliativa ofrece alternativas reales a estos pacientes, que no pasan por quitarles la vida, sino por sedarlos, hasta que la muerte les llegue en forma natural.