Ecuador pide la extradición de Correa pero Bélgica le da asilo
El ex presidente fue procesado en ausencia en 2020 a ocho años de cárcel
La justicia de Ecuador pidió la extradición del expresidente Rafael Correa, condenado a ocho años de cárcel por corrupción, pero Bélgica, país en el que reside, le otorgará asilo político según un certificado del Comisariado General de Refugiados y Apátridas. El documento lleva fecha del 15 de abril, informó ayer viernes la agencia AFP.
“Es un alivio. Porque cuando te dan esta protección muestra que eres un perseguido”, dijo Correa a AFP .
Con relación al pedido de extradición, el expresidente dijo que las autoridades ecuatorianas “van a hacer el ridículo nuevamente. Ya se lo han negado varias veces. Pero no les importa”.
En Quito, la cancillería ecuatoriana indicó en un comunicado que no había sido notificada de la concesión del asilo político por ninguna “fuente oficial”.
Correa había presentado en 2018 su pedido de refugio en Bélgica, país de donde es originaria su esposa y al que se mudó en 2017, cuando dejó el cargo.
El exmandatario, que gobernó entre 2007 y 2017, había apoyado su demanda alegando que era objeto de una “persecución política” y judicial.
En su opinión eso ocurrió a partir de la llegada al poder de Lenín Moreno (2012-2021), que fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013.
Correa, de 59 años, fue condenado por cohecho agravado en el caso “Sobornos 20122016”, una trama en la que se recibieron aportes indebidos en el palacio presidencial de Carondelet para la financiación irregular del movimiento oficialista Alianza País, a cambio de la adjudicación de millonarios contratos del Estado a empresas, entre ellas, la constructora brasileña Odebrecht.
En ese mismo caso de corrupción fue condenada una veintena de personas, entre ellas ex altos funcionarios, como el exvicepresidente Jorge Glas, quien recientemente salió en libertad gracias a un polémico habeas corpus, mientras otros cumplen prisión y algunos se fugaron, principalmente a México.
El exmandatario defiende su inocencia y critica que fuera vinculado al proceso por 6.000 dólares que ingresaron a su cuenta bancaria y que alega que eran de un préstamo de un fondo de su partido.
La sentencia en su contra fue ratificada en última instancia en 2020, lo que además le inhabilitó para desempeñarse en cargos públicos.
La Fiscalía ecuatoriana sostiene que los implicados pidieron sobornos por casi 7,6 millones de dólares.
La Procuraduría de Ecuador decomisó en febrero los bienes de Correa y de otros funcionarios de su gobierno vinculados al caso. En noviembre la justicia dispuso el embargo de las cuentas bancarias de los condenados.
El expresidente también enfrenta un juicio, con orden de detención, por el fugaz secuestro de un opositor en Colombia en 2012.
En su intento por capturar a Correa, la justicia ecuatoriana ha solicitado a la Interpol incluirlo en su lista roja, pero los pedidos han sido rechazados.
Correa dijo que todo terminará en un nuevo “papelón” de la Justicia de su país.
Correa siempre se ha jactado de que hasta la fecha Interpol y Bélgica han descartado cooperar con las órdenes emitidas por la Justicia ecuatoriana.
“Otro papelón, lamentablemente no solo de este, sino de todo el sistema judicial y del Gobierno del cual es títere”, fue el mensaje que escribió Correa en Twitter tras conocer la decisión de Iván Saquicela, presidente de la Corte Nacional de Justicia, a quien tachó de “sinvergüenza”.