Hezbolá perdió la mayoría en el parlamento libanés
Ganaron espacio los candidatos de las protestas de 2019
■■ El principal bloque parlamentario del Líbano liderado por el movimiento armado chiita Hezbolá perdió la mayoría en las elecciones legislativas, según los resultados definitivos anunciados ayer martes, que dieron numerosos escaños a candidatos surgidos de las protestas de 2019.
Líbano está pasando por su peor crisis socio-económica de su historia. El movimiento chiita respaldado por Irán y sus aliados no pudieron alcanzar los 65 diputados necesarios para conservar su la mayoría legislativa.
En el parlamento saliente, Hezbolá y sus aliados tenían 70 escaños sobre 128.
Las pérdidas corrieron por cuenta de los aliados, ya que Hezbolá y su socio chiita Amal conservaron los 27 escaños que tenían hasta ahora.
La otra nota destacada de los comicios fue la fuerte entrada de los candidatos surgidos del levantamiento popular de 2019, que reclamaba la salida de la clase dirigente y una refundación del sistema político basado hasta ahora en el reparto del poder entre las distintas comunidades de este país multiconfesional.
Con 13 escaños en su poder, estos candidatos pueden alinearse con la oposición a los partidos tradicionales y ser la llave para la formación de un nuevo gobierno.
Las Fuerzas Libanesas, un partido cristiano que forma parte de la élite política inalterable desde hace tres décadas y se opone firmemente a Hezbolá, anunció haber obtenido al menos 18 escaños, contra 15 en 2018.
La baja tasa de participación del 41%, contra 49% en 2018, mostró que los partidos tradicionales no pudieron movilizar a su gente.
Desde 2019, la moneda nacional ha perdido más del 90% de su valor, los ahorristas sufren asfixiantes restricciones bancarias y el desempleo casi se triplicó. Cerca de 80% de la población vive abajo de la línea de pobreza, según la ONU.
Y en 2020, el Estado cayó en default sobre su deuda por primera vez en su historia.
Además, una explosión devastó el puerto de Beirut en agosto de 2020, matando a más de 200 personas, dejando miles de heridos y destruyendo barrios enteros de la capital. La catástrofe fue ampliamente imputada a la dejadez de los dirigentes.
Líbano está pasando por la peor crisis económica y social.