Allanamientos y detenidos en Peñarol tras ola de homicidios
Los hombres, de entre 20 y 27 años, fueron detenidos por varios delitos
La Policía realizó ocho allanamientos ayer en el barrio Peñarol (Montevideo) y se incautaron armas de fuego, chalecos antibalas, municiones, silenciadores y cargadores y, por otro lado, se tapearon dos bocas de droga en el barrio. A partir del operativo, tres personas fueron detenidas y el Jefe de Policía de Montevideo, Mario D’elia, dijo a El País que “están vinculados a varios delitos y a distintas investigaciones policiales abiertas”.
Los delitos por los que se los detuvo incluyen rapiña, hurto y homicidios. Sin embargo, todavía se investiga si están relacionados a los tres homicidios y a una muerte dudosa que ocurrieron la semana pasada en Peñarol. D’elia también señaló que “es probable que haya más detenciones” en los próximos días. En los domicilios allanados se comercializaba drogas, aunque el jerarca policial no quiso referirse a estas viviendas como “bocas”.
Santiago González, director de Convivencia Ciudadana del Ministerio del Interior, expresó a El País que estos allanamientos “son parte del plan del ministro Heber de un ataque frontal a la delincuencia en ciertas zonas de Montevideo”.
La semana pasada, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y el director Nacional de la Policía, Diego Fernández, se reunieron con los jefes de Policía de Montevideo, Canelones y San José. En el encuentro se analizó un plan diseñado por el director Fernández y sus asesores que tiene dos ejes: uno general que apunta a cortar el microtráfico en zonas de Montevideo, Canelones y San José, y otro más particular, que busca generar tranquilidad en Peñarol y zonas cercanas.
HOMICIDIOS. ¿Por qué ocurrió esta ola de crímenes en pocos días? Las hipótesis policiales son varias: las incautaciones realizadas por la Policía generaron deudas entre distribuidores y dueños de bocas y pujas por territorios entre traficantes minoristas. Como los dueños de las bocas están presos, hay enfrentamientos internos por liderazgo
Investigan si los detenidos están vinculados a las muertes en Peñarol.
en las bandas y adictos dejaron de consumir en una boca y compraron estupefacientes en otra, lo cual provocó que fueran ultimados.
“Se están matando por unas pocas lágrimas de pasta base”, dijo una fuente del Ministerio del Interior, pues las deudas de los adictos rondan los $ 1.500.
“El distribuidor si no cumple con las entregas, paga con sangre; los dueños de las bocas pagan con sangre si no compran las cantidades de drogas acordadas o no abonan lo que le decomisó la Policía; y los adictos también pagan con sangre si no pagan sus deudas”, sostuvo una alta fuente de la Policía. Según esta misma fuente, en Montevideo hay 40 pequeños clanes que se dedican al tráfico minorista.
Una de las hipótesis de trabajo de la Policía en relación a los homicidios de los últimos días, tal como detalló otra fuente del Ministerio del Interior, es que el dueño de una boca envía a un subalterno a matar consumidores que dejaron de comprar en su “comercio” y fueron a otra. “Eso podría explicar algunos homicidios en Peñarol”, determinó la fuente. En Peñarol y otros barrios periféricos de Montevideo se establecieron puntos de control de la Policía con la intención de interceptar el suministro de drogas a las bocas. Con respecto a los homicidios, la fuente policial aclaró: “Es muy difícil prevenir un asesinato cuando alguien quiere matar a otro. El matador espera que pase el patrullero y a la media hora actúa”.
Entre las zonas más conflictivas del sur del país, la fuente señaló a algunas zonas periféricas de Montevideo, Delta del Tigre
en San José, el asentamiento La Capuera en Maldonado, los asentamientos y la ciudad de San Carlos, La Paz, Las Piedras, Barros Blancos y algunos lugares de la Ciudad de la Costa en Canelones.
Además de la pelea con el microtráfico de drogas, otro problema que enfrenta la Policía es la gran cantidad de vacantes. En este momento la institución cuenta con 33.000 efectivos, pero la cifra de policías que se dedican a la represión efectiva del crimen es sensiblemente menor.