Los cambios en el consumo que trajo el aumento de los precios
Hay una caída en el volumen de venta y un crecimiento de la sensibilidad ante las ofertas
El bolsillo determina las preferencias de los consumidores y, el alza de los precios —con la consiguiente pérdida del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones—, los lleva a cambiar su comportamiento al momento de adquirir productos y alimentos. En el último tiempo se registró una caída en el consumo, un aumento en la venta de segundas marcas y un crecimiento de la sensibilidad ante las ofertas.
El director de Consultoría Económica de Equipos Consultores, Alejandro Cavallo, contó a El País que vieron “caídas en las propensiones al consumo de la mayoría de los bienes, productos y servicios” en marzo. También hubo bajas en los canales de compra, excepto a los menos formales, que son las ferias.
Esa situación se da, según explicó, “cuando hay una búsqueda de precio” por parte de los uruguayos. Además, “es un poco el camino inverso” de lo que se registró al final de 2021, cuando hubo una “recomposición de la demanda en los canales habituales”. No significa que se perdió lo que se había recuperado el año pasado, pero sí se ve un “ajuste o cierta precaución de compensar las subas de los precios”.
El gerente de compras de Grupo Disco Uruguay Santiago Illa indicó a El País que observaron un “leve descenso en el volumen de consumo, en especial en los locales de barrios de menores ingresos”. Esperaban una “recuperación pospandemia pero no fue el caso. Si bien el verano fue mejor en relación al del año anterior (que había sido uno de los peores de los últimos 20 años)” tuvieron un bimestre marzoabril donde “nuevamente” observaron una “caída en el volumen”.
“Por otro lado, uno de los cambios de hábito que impulsó la pandemia fue el de la utilización de los canales de venta digitales, en los cuales observamos crecimientos significativos durante lo peor de la pandemia. Eso dejó instaurada hoy una forma de consumo que se sigue consolidando como una alternativa que los uruguayos estamos adoptando ya sea para ahorrar tiempo o simplemente por comodidad”, añadió.
En el caso de Ta-ta, su CEO Christopher Jones dijo a El País que vienen “observando hace ya un tiempo, que el hábito de menor frecuencia y compras de surtido de abastecimiento que se manifestó durante la pandemia, comenzó a volver a lo que fue previo a este fenómeno mundial: mayor frecuencia y menores tickets promedio”.
En términos generales, se ve un aumento en la venta tiempo que “mantiene una decisión de precio restrictiva bajo algunas categorías”, quiere “seguir dándose gustos frente a una ocasión de consumo puntual”, indicó Gudynas.
A su vez, vieron que la tendencia a la preferencia por la elección de puntos de venta como los self service, supermercados y autoservicios, que venía desde antes del covid-19, se mantiene. No obstante, notaron que “otra vez el rol de las ofertas, que brindan sobre todo las grandes superficies, está empezando a volver a tirar” en la decisión de dónde hacer las compras, agregó.
El gerente de compras de Grupo Disco contó que perciben que los “clientes están más sensibles a las ofertas” y por eso en las cadenas están “ampliando las ofertas todos los días para ofrecerle a los clientes un surtido al mejor precio posible”. Asimismo, notan “claramente un incremento en la demanda cuando hay buenas ofertas de precio”. De todas maneras, no observaron un “cambio de hábito, en el sentido de percibir una caída de la venta
La diferencia de precios con Argentina influye en el consumo local.
en determinado tipo de productos en beneficio de otros. Los hábitos de consumo se mantienen”. Al mismo tiempo aclararon que se viene “observando ya desde hace un tiempo el interés por productos saludables, que se sigue consolidando como hábito de consumo”.
El CEO de la cadena de supermercados Ta-ta indicó que “hay varios fenómenos que se vienen dando en los últimos tiempos que contienen sus causas y efectos en el comportamiento de los consumidores. Claramente existe una presión por suba de costos directos e indirectos y por ende de precios que viene sucediendo en distintas categorías. Y por distintas razones, por un lado la carne vacuna que viene en suba hace mucho tiempo por demandas asiáticas, por el otro lado el combustibles y commodities por el conflicto bélico reciente”.
“Así también la asimetría cambiaria con nuestros países vecinos pone en evidencia la misma asimetría en los precios de productos de consumo masivo de un lado y otro de la frontera”, añadió.
“En resumen, carnes, farináceos, aceites en suba, por el otro lado, canastas de productos de consumo masivo que pueden ser adquiridos vía viaje al país vecino o en comercios o en lugares de ventas ilícitos dentro del territorio”, comentó.