El proyecto de las granjas lunares
Los cultivos en la Luna llegarán “muy pronto” y darán distintas verduras con todo su sabor
Las granjas lunares llegarán “muy pronto” y sus frutas y verduras tendrán un sabor igual de “genial” que las de la Tierra, dice la bióloga molecular estadounidense Anna-lisa Paul, que lideró el equipo que la pasada semana anunció que por primera vez se había logrado cultivar plantas en suelo procedente de la Luna.
El grupo de la Universidad de Florida dirigido por Paul y Rob Ferl consiguió cultivar un berro (Arabidopsis thaliana) en unos pocos gramos de polvo de la Luna obtenidos en las misiones Apolo, lo que supone el “primer paso” de la humanidad para poder cultivar vegetales más allá de la Tierra.
Pero ahora que ya saben que efectivamente se puede cultivar en suelo lunar, el proceso, auguró la investigadora en una entrevista por videoconferencia con Efe, será bastante rápido y “muy pronto” podrá haber una especie de granja lunar.
“Probablemente no será dentro de los próximos cinco años, pero tal vez será dentro de los próximos diez”, aseguró sobre los primeros pasos de la agricultura espacial, que coincide con el nuevo impulso de la NASA de regresar a la Luna con misiones tripuladas a través del programa Artemis, que se propone llevar astronautas a la Luna en el año 2025.
PLANTAS MULTIUSOS. Y estos cultivos no solo serán vitales para hacer más autosuficientes las misiones espaciales en el futuro, sino que las plantas ayudarán a limpiar el agua y el aire de las colonias, sin contar con algo menos tangible pero sí muy importante, el aspecto psicológico que supone tenerlas en lugares tan inhóspito como pueden ser Marte o la Luna.
Las plantas que se lleven al espacio exterior, considera, deberán tener “múltiples usos” y habrá que equilibrar cuánto material puedes obtener de ellas en comparación con el que se desperdicia.
“Tiene que ser algo que sea útil y algo que sea algo robusto. La NASA ha trabajado mucho con lo que ellos llaman cultivos de soporte vital avanzado y alimentos como los rábanos, los nabos y varios tipos de verduras de hoja son los más fáciles de cultivar y tienen la menor cantidad de desperdicio”, explicó.
Los investigadores hacen pruebas en polvo obtenido en las misiones Apolo.
Paul indicó que antes se debe “escalar” los cultivos hasta alcanzar un “tamaño que podría acomodar algunas plantas de cultivo simples”.
Hasta ahora, las plantas cultivadas en su laboratorio no pasaron de unos milímetros de altura y lo hicieron peor que las sembradas en ceniza terrestre.
Así, las que estaban en regolito o suelo lunar crecieron “más lentamente, tardaron más en desarrollar hojas expandidas y tenían raíces más atrofiadas” que las que se encontraban en tierra volcánica, explicaron Paul y Ferl en su artículo que fue publicado la pasada semana en “Communications Biology”.
A pesar de todos los retos que supone cultivar en el suelo de la Luna, los investigadores que trabajan en el tema estiman que el sabor de las frutas y verduras que allí crezcan no diferirá mucho de las terrícolas.