Denuncia habla de descontrol en la fiesta
Denuncia habla de descontrol al llegar “50 mujeres sin aviso”
■■ La denuncia de las dos mozas del salón de fiestas adonde asistieron futbolistas del plantel de Peñarol el 8 de marzo habla de una noche “de descontrol”. Dice del ingreso de 50 mujeres, sin previo aviso, a las que obligaron a dejar los celulares a la guardia de seguridad. “Aproximadamente 50 mujeres, de distintas edades, sin poder corroborar siquiera si todas eran mayores de edad, entraron a la fiesta de los jugadores de fútbol, donde se les prohibió ingerir los alimentos y el alcohol destinados a los hombres de la noche”. El escrito afirma que “todo se descontroló en el salón y en los lugares con acceso solo del personal”.
El abogado del futbolista aurinegro Lucas Viatri, Ignacio Durán, presentó un escrito ayer ante el fiscal de Delitos Sexuales, Maximiliano Sosa, que investiga una denuncia sobre abuso sexual y amenazas por parte del jugador mirasol y el mediocampista, Walter Gargano.
Además de señalar que Viatri se ponía a disposición de la Fiscalía, Durán consideró que la denuncia realizada por las dos mozas “está plagada de contradicciones”, “falsedades” y de “verdades a medias”.
El abogado penalista señaló que las mozas del salón incluyeron en la denuncia que el delantero Agustín Canobbio, quien se encuentra radicado en Brasil. “Desmiento en todos sus términos que el señor Lucas Viatri haya cometido una conducta vinculada a un posible delito de índole sexual contra una mujer. Esto no lo digo yo como defensor del jugar sino que surge de los términos de la denuncia (presentada por las dos mozas del local)”, dijo Durán.
El profesional, que integra el estudio DDS, señaló que “sorprende que una vez más” se quiera “mancillar el honor” de una persona y de su familia que “está detrás y sufre las consecuencias” a sabiendas de que Viatri es una figura pública por integrar uno de los principales equipos de fútbol del país.
“Las denunciantes sabían que cualquier episodio vinculado a violencia de género va a tener una repercusión mucho mayor que otro tipo de delito”. expresó Duran, que es asistido por el abogado Diego Rodríguez en este caso.
Advirtió que, con la denuncia, el argentino ve salpicada su carrera profesional de jerarquía —por ejemplo jugó cinco años en Boca Juniors— y fue “destratado” en las redes sociales como presunto abusador en base a un “relato falso” que “no se condice” con la realidad ni con la denuncia de las mozas del local.
Durán advirtió que, en las redes sociales se sigue replicando una versión “injuriante” hacia Viatri y agregó que aquellas personas que insistan en que el futbolista fue denunciado por abuso sexual “enfrentarán consecuencias” por sus “comentarios maliciosos”.
LA DENUNCIA. El escrito, elaborado por la abogada de las mozas, Valentina Díaz y al que accedió El País de fuentes judiciales, no inculpa a Viatri de incurrir en un delito sexual. Sí señala que el futbolista aurinegro trató de impedir que éstas filmaran con sus celulares una rencilla entre mujeres desatada dentro del salón y que generó roturas que pagaron los jugadores.
En el escrito Díaz hace una relato detallado de lo ocurrido el 8 de marzo pasado. Ambas chicas sabían que tenían que atender un evento con el plantel del Club Peñarol.
El encuentro comenzó a las 21:00 horas y culminó aproximadamente a las 4:00 horas.
“Desde las 21:00 horas hasta las 23:00 todo iba en un desarrollo de un evento “normal”. Luego de esa hora, todo comenzó a descontrolarse. El evento era destinado solamente para hombres debidamente identificados, pero a las 23:30 llegaron aproximadamente 50 mujeres de distintas edades, sin previo aviso a las mozas del salón ni a los dueños del mismo”, expresa la denuncia. Y agrega: “Estas chicas fueron “controladas” en la puerta del salón por la seguridad del club donde tuvieron que dejar sus teléfonos por orden de los jugadores del plantel para que no quedara registro de lo ocurrido esa noche”.
La denuncia señala que el conteo “oficial” de la planilla de la puerta solamente constaba la entrada de 13 personas de sexo femenino, pero la realidad “fue totalmente distinta: “aproximadamente 50 mujeres, de distintas edades, sin poder corroborar siquiera si todas eran mayores de edad, entraron a la fiesta de los jugadores de fútbol, donde se les prohibió ingerir los alimentos y el alcohol destinados a los hombres de la noche (Sic)”. Al momento que llegaron las mujeres al salón —dice la denuncia—, los participantes del evento, en especial el organizador, dijeron: “Luces Apagadas”.
Después de esa frase, expresa el escrito, todo se descontroló en el salón, oficinas, cocina y lugares con acceso que “debería ser solamente del personal”.
Agrega que era una situación totalmente incontrolable para dos mozas frente a 50 mujeres y más de 30 hombres, motivo por el cual las víctimas decidieron encerrarse en la cocina del salón. La cocina tiene tres puertas. Una las mozas la trancaron con llave, la otra no hay posibilidad de abrirla y la tercera puerta fue trabada con una mesa. “(De esa forma) pudieron resguardarse y protegerse del peligro que corrían ante el tumulto, gritos, peleas y actitudes totalmente aberrantes para un salón de niñas”, agrega el escrito de Díaz.
En ese momento, señala, el futbolista Walter Gargano fue a solicitar más bebidas con alcohol y decidió que era un buen momento para “abrazar” y “manosear” a una de las mozas en contra de su voluntad, ya que ésta lo retiraba de sí misma “sintiéndose éste totalmente impune por ser un hombre de “poder”. Luego se desató una pelea entre mujeres dentro del salón, un vecino llamó a la Policía y la fiesta terminó.
“Luces apagadas” dijo el organizador de fiesta en el salón de Malvín.