Gobierno británico avaló extradición de Assange
Al fundador de Wikileaks todavía le queda una apelación
■■ El gobierno británico firmó ayer viernes el decreto de extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange, a Estados Unidos, donde será juzgar por una fuga masiva de documentos confidenciales.
Wikileaks y los allegados de Assange anunciaron que apelarán y lamentaron un “día negro para la libertad de prensa y la democracia británica”.
En abril la justicia británica emitió la orden formal de extraditar al fundador de Wikileaks, tras una saga judicial de varios años, pero correspondía a la ministra de Interior, Priti Patel, firmar el decreto.
Estados Unidos quiere juzgar a Assange por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de cárcel si es declarado culpable de la publicación a partir de 2010 en Wikileaks de unos 700.000 documentos militares y diplomáticos secretos, sobre todo de Irak y Afganistán.
Assange permanecía recluido desde 2019 en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh. Había sido detenido en la embajada de Ecuador en Londres, una vez que el entonces presidente Lenín Moreno le retirase la protección que le había concedido su predecesor Rafael Correa.
Violando las condiciones de su libertad condicional en Reino Unido, el fundador de Wikileaks se había refugiado en la embajada ecuatoriana en 2012 para evitar ser extraditado a Suecia por cargos de violación que después fueron abandonados. Negando dichos cargos, ya entonces afirmó temer que
Julian Assange. todo fuese una estrategia para entregarlo a Estados Unidos.
En enero de 2021, la justicia británica decidió a su favor: la jueza Vanessa Baraitser rechazó la extradición por considerar que el australiano, de frágil salud física y psicológica, corría el riesgo de suicidarse en una cárcel estadounidense. Pero en diciembre de 2021, Estados Unidos logró que la Alta Corte de Londres anulara esa decisión, asegurando que no sería encarcelado en la prisión de alta seguridad ADX de Florence, en Colorado, donde están detenidos yihadista Al Qaeda.
Y garantizaron que recibiría la atención clínica y psicológica necesaria, mencionando incluso la posibilidad de permitir que cumpliera su condena en su Australia natal.
Para Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía, la extradición de Assange corre el riesgo de ponerlo “en un gran peligro y enviaría un mensaje aterrador a los periodistas del mundo entero”.
Stella Assange, abogada y esposa de Assange, había pedido al gobierno británico que no firmara el decreto de extradición a Estados Unidos.