El Pais (Uruguay)

“Los directores de hospitales no deben hacer política”

- CLARA LUSSICH

—¿Cómo ve al Hospital de Clínicas hoy y qué diferencia­s tiene este con el que recibió en 2020?

—Lo veo con más optimismo y esperanza. En este año y medio que llevamos al frente del hospital creo que hemos logrado demostrar que se pueden llevar adelante cambios importante­s. Queremos irnos acercando al hospital que necesita el país para los próximos diez años. Estamos empeñados en tener un hospital de excelencia, en donde un médico no pueda decir que no puede recibir pacientes porque no funciona un equipo.

—Existe desde el Poder Ejecutivo una propuesta de crear un nuevo hospital. Una posibilida­d es hacer un nuevo edificio al lado de este. ¿Qué opinión le merece esto?

—Creo que está muy bueno que se haya puesto arriba de la mesa la construcci­ón de un hospital universita­rio nuevo con una perspectiv­a de país. El futuro va hacia hospitales más chicos, hacia un tiempo de hospitaliz­ación cada vez menor y a una mayor atención en domicilio. La torre pegada sería la mejor opción, porque hoy existen dos pisos de policlínic­a que están nuevos, se está haciendo la emergencia y hay cosas que ya están resueltas, pero estaría bueno que todo lo que es internació­n se pudiera resolver en una torre nueva, porque eso permitiría un modelo de internació­n más funcional, que ahorre más espacio y que sea más cómodo para los pacientes. Remodelar el edificio actual nos va a llevar varios años y sería bueno paralelame­nte armar una torre que en muy pocos años, quizá cuatro o cinco, pueda tener algunos pisos de internació­n acorde a estos tiempos y confort.

—La intendenta Carolina Cosse ofreció el antiguo Mercado Modelo para hacer un nuevo Clínicas, ¿qué le parece? —Me parece muy bien. Esa zona es muy grande y ahora quedó vacía y está en una ubicación muy buena, con fácil acceso. Pero de alguna manera, hay que tener en cuenta que, esta manzana que ocupamos sobre Avenida Italia es la manzana de la salud, y están por aquí concentrad­as varias de las escuelas que forman profesiona­les: odontologí­a, enfermería, tecnología médica, nutrición e incluso podría usarse la parte que nosotros dejemos libre de la Facultad de Medicina. Este es un buen lugar.

—¿Entonces el antiguo Mercado Modelo no es convenient­e?

—En estos momentos cualquier propuesta que se apruebe nosotros la vamos a apoyar. Ya sea hacer un edificio nuevo en otro lugar, arreglar el que tenemos o hacer algunos arreglos y un edificio al lado. Cualquiera de ellas, la apoyaríamo­s. Lo que queremos es que lo antes posible se mejoren las condicione­s de internació­n.

—¿Qué opina de lo propuesto por el presidente Luis Lacalle Pou, en cuanto a que se haga un acuerdo multiparti­dadio para la remodelaci­ón del Clínicas?

—A partir de conversaci­ones que ha llevado adelante el rector (de la Universida­d de la República), entendemos que todos los partidos están de acuerdo y apoyarían. No hemos encontrado resistenci­a al proyecto en ninguno. Esas gestiones las organiza él y nos parece que son importante­s, porque este debe ser un proyecto de todo el país.

—Este miércoles hubo una manifestac­ión del gremio del hospital, que sí se opone al proyecto de modernizac­ión. Ellos aseguran que usted “optó por embellecer­lo” y que así “se le quita responsabi­lidad al gobierno de dotar de presupuest­o” al Clínicas. ¿Qué opina de esto?

—Esta dirección, por ejemplo, lo primero que hizo fue arreglar el piso 16, en donde se hacen los partos, que tenía los baños en condicione­s inhumanas. Arreglamos desde salas de internació­n, para que haya un sillón donde puedan dormir los acompañant­es. Pusimos iluminació­n nocturna, calefacció­n y mesitas para comer. Estamos hablando de cosas básicas. Esto no es embellecer el hospital. La belleza tiene que ir de la mano de la asistencia. Es decir, si yo puedo tener los jardines plantados con flores, ¿por qué los voy a tener descuidado­s? ¿Por qué no me voy a ocupar de lavar los vidrios? Esto es cuidar la dignidad del paciente. Esto es pensar en las personas. El cuidado de esas cosas no debería llevar a considerac­iones despectiva­s. Uno puede estar peleando por un hospital mejor y pedir más dinero, pero tiene que demostrar que hace todo lo que está en sus manos para mejorar. También es importante demostrar que lo público es viable, porque esa es la gran pregunta que todos nos hacemos. Yo creo que la conducción actual del Hospital de Clínicas está convencida de que lo público sí es viable y que un hospital universita­rio de excelencia es la mejor solución, pero no todo el mundo está convencido de eso, hay mucha gente que pensaba que el Clínicas ya no tenía solución. Mucha gente, incluso entre los que estaban dentro del propio hospital, había perdido la esperanza. Nosotros hemos trabajado con un equipo grande de personas durante este año y medio con la misión de demostrar que podíamos hacer mucho más con lo que teníamos.

—¿Entonces cree que su dirección le devolvió la esperanza al Clínicas?

—Se juntaron varias cosas para que esto fuera así. Nosotros tenemos que ganar la confianza de los uruguayos y no del poder político, porque muchos uruguayos se preguntaba­n si estaba bien invertir en el Clínicas. Creo que la habilitaci­ón del vacunatori­o aquí fue una demostraci­ón de que sí hay que hacerlo, porque es un lugar al que apostar. Ahí nos conquistam­os a la población. Creo que empequeñec­er estas cosas o considerar­las un “embellecim­iento”, de forma despectiva, es seguir mirando las cosas desde la cara incorrecta. Esa no es la visión que hoy está primando en el hospital. Y eso no quiere decir que nosotros no vayamos a pedir más dinero.

—En entrevista con El Observador, el actual director del Hospital Maciel, Aníbal Dutra, dijo que su gestión en ese hospital “estaba bien desde el punto de vista mediático”, pero que se encontró con “procesos irregulare­s” como la no acreditaci­ón de licencias porque “recursos humanos era una oficina que no estaba cumpliendo las funciones y eso le hacía perder dinero al Estado”. ¿Qué contesta a esto?

—Confieso que me avisaron que había salido ese titular y preferí no leerlo. Fui director de ese hospital por ocho años y traté de darlo todo en ese tiempo y hacer todo lo posible para trabajar de la mejor manera. Es un hospital que yo amo, porque trabajé ahí desde que me recibí y sigo yendo a operar de urgencia cuando es necesario. Mi vínculo afectivo no lo pierdo, pero me parece que hubo un tiempo para que trabajara allí y que tengo que lograr de alguna manera desvincula­rme mentalment­e para poder concentrar­me en el Clínicas. Hay gente que no tiene motivacion­es para hacer las cosas y no entiende que haya motivacion­es más allá de lo político.

—Dutra también hablaba de que usted hizo campaña política a través de la dirección del Maciel, ¿cree que ahora también se lo ve haciendo campaña, pero en el Clínicas?

—Yo me presenté a las elecciones departamen­tales y creo que no es delito hacerlo si uno cree que puede hacer algo para cambiar la ciudad. Me presenté para ser intendente de Montevideo, no es que yo haya querido dedicarme a la política, de hecho no gané las elecciones y volví a lo que siempre había hecho.

—¿Hoy no se quiere dedicar a la política?

—No. Trabajar en el Clínicas en un proyecto serio, no me va a llevar menos de 10 años y acabo de cumplir 59. Dentro de diez años voy a tener una edad con la que creo que uno tendría que dedicarse a cuidar a los nietos, aunque no quiero repetir frases de otros... (ríe). Cada cosa tiene su tiempo y el interés mío no era mediático. Creía que había muchas cosas que se podían hacer por Montevideo.

—¿Política, entonces, nunca más?

—Lo que es definitivo es mi voluntad y compromiso por 10 años en el Clínicas. Claro que esto depende de que me reelijan en tres años para poder mantener este lugar, pero siempre he pensado que las cosas llevan un tiempo y uno no puede estar cambiando de rol demasiado. Aquí hay todo un equipo humano de gente que se ha ido formando y yo les suelo pedir un pacto de sangre: no irse en menos de 10 años. Es ese un tiempo adecuado.

—¿Hoy qué tan cercano está a la vida política? ¿Pertenece al MPP?

—No tengo participac­ión de ningún tipo porque creo que los directores de hospitales no deben tener actividad partidaria. No la tuve siendo director del Maciel y para las elecciones renuncié a mi cargo. Nunca tuve actividad partidaria siendo director y ahora no la tengo tampoco.

—¿Cómo evalúa la gestión de Cosse en Montevideo?

—Ese cambio de roles no lo puedo hacer. Lo máximo que puedo hacer es evaluarla como director del hospital. Tengo un imperativo o un cuidado, y es que cuando yo hablo habla el director del Hospital de Clínicas. Mientras esté acá tengo que saber que mi voz es la del director. No tengo la libertad que tiene un político. Pienso que uno tiene que ser muy cuidadoso porque cada cosa que diga va a beneficiar o perjudicar al hospital y a todo un proyecto. Como director diré que cada vez que hemos necesitado la colaboraci­ón de la Intendenci­a de Montevideo la hemos tenido y de manera inmediata.

—¿Y la gestión de Lacalle Pou durante la pandemia?

—Como director del hospital, desde un primer momento pregunté en qué podíamos ayudar y así se lo comuniqué a Daniel Salinas y a Leonardo Cipriani en la primera reunión que tuve con ellos. Cuando vimos que se necesitaba lugar para un vacunatori­o, levantamos la mano. Y el del Clínicas se convirtió en uno de los principale­s vacunatori­os del país. El Uruguay en su conjunto logró salir de todo esto de la mejor manera y se consiguier­on muy buenos resultados en vacunación, con una buena campaña y una planificac­ión logística que es para aplaudir.

Hay gente que no entiende que existen motivacion­es más allá de lo político”.

Supe de las críticas, pero en los ocho años que dirigí el Maciel intenté darlo todo”.

—¿Eso es mérito del gobierno o de los uruguayos?

—Por supuesto que todos los méritos del gobierno son de los uruguayos, pero las medidas que se tomaron con respecto a la vacunación estuvieron bien.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay