El Pais (Uruguay)

Tras sumario a Iglesias, partidos buscan cambios en la Fiscalía

Desde Cabildo Abierto y el Partido Colorado promueven que la conducción sea colegiada

- JOAQUÍN SILVA

La conducción de la Fiscalía General de la Nación es un asunto que ya lleva meses siendo un verdadero dolor de cabeza en la coalición de gobierno, que tiene a algunos de sus socios y dirigentes con el reclamo ya no solo de que se designe a otro fiscal de Corte, sino incluso que se reforme la ley para que la gestión del organismo recaiga en más de una persona, en una suerte de colegiado.

Esa es una idea que cobró fuerza en las últimas horas —sobre todo desde filas del Cabildo Abierto y de un diputado del Partido Colorado— luego de que Juan Gómez resolviera sumariar al fiscal de Delitos Sexuales, Raúl Iglesias, por archivar 300 denuncias y revelar informació­n considerad­a reservada de una causa (ver nota aparte), algo que le valió criticas de más de una actor de la coalición porque interpreta­ron que esta es —según ellos — otra muestra de la falta de “independen­cia técnica” de los fiscales.

“Esto es algo muy grave”, señaló a El País, por ejemplo, el senador y presidente de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, que se explicó: “Esto es una forma de amedrentar a los fiscales que pierden absolutame­nte su independen­cia”.

Otras reacciones se dieron en Twitter, como la de la senadora blanca Graciela Bianchi, que anunció allí que ya solicitó la convocator­ia del fiscal de Corte a la comisión de Asuntos Administra­tivos de la cámara. “Si bien (el sumario) es para investigar, se transforma en una propia sanción, porque si después termina todo bien hay que devolverle el dinero, pero nadie le devuelve emocionalm­ente lo que significa haber actuado, según él entendió, con independen­cia”, subrayó la legislador­a ayer de tarde en declaracio­nes a Telemundo.

Gustavo Zubía, exfiscal usualmente crítico con este Ministerio Público, es otro que ya expresó su rechazo a esta decisión: “A Iglesias se le imputan eventuales negligenci­as —valoró el legislador colorado—, cuando si investigar­an todo el sistema encontrará­n a varios otros fiscales que, completame­nte superados por el trabajo, archivaron miles de casos con el mismo criterio”.

¿Cómo llegó el fiscal de Corte a verse envuelto en esta situación? La cronología es fácil de repasar. Tras la renuncia en octubre pasado de Jorge Díaz —quien mal o bien siempre tuvo el respaldo de la mayoría del oficialism­o— el cargo fue ocupado por quien era entonces uno de los fiscales de Homicidios —y uno de los más productivo­s en esa función, con una alta tasa de resolución de casos. Así, Gómez asumió en realidad como fiscal de Corte interino, pues el sistema político no había alcanzado —y sigue sin hacerlo— las mayorías especiales necesarias para nombrar a un sucesor que fuera consensuad­o por todos los partidos, tal como mandata la Constituci­ón.

Como continuado­r de Díaz — de quien era, además, uno de sus funcionari­os más allegados —, Gómez tuvo al principio algo parecido a una luna de miel con gran parte del oficialism­o — de hecho, llegó a tener algo similar a un “aval” por parte de Cabildo, el socio de la coalición más duro con la administra­ción Díaz.

Pero el panorama, pese a la también aparente postura de apertura al diálogo de Gómez, cambió bastante rápido.

En febrero, este promovió que se investigar­a la filtración periodísti­ca de audios vinculados a la investigac­ión por una presunta violación en el Cordón, y en ese marco se produjo un allanamien­to de las oficinas de la radio Azul FM, que Gómez luego calificó de procedimie­nto “innecesari­o”. Semanas después fustigó un proyecto de ley promovido por los cabildante­s —que tildó de “impresenta­ble”. Y luego en una respuesta a un pedido de informes realizado por Cabildo Abierto quedaron en evidencia varias relaciones de parentesco entre funcionari­os de la institució­n —incluyéndo­lo, pues su esposa es psicóloga del organismo. Todo esto no cayó en gracia en más de un legislador del oficialism­o.

Por último, llegó todo el episodio con Iglesias —a quien, antes de sumariar, reprendió públicamen­te por la decisión de archivar sin investigar “lo que se está denunciand­o”—, y un pronunciam­iento del presidente Luis Lacalle Pou el pasado 23 de mayo que no puede interpreta­rse de respaldo explícito si se repara en la formulació­n de la frase: “Hasta ahora el Ejecutivo no le ha sacado respaldo al fiscal Gómez”. Hasta ahora.

Guillermo Domenech: “Esta es una forma de amedrentar a los fiscales”.

Gustavo Zubía: “Hay varios fiscales que archivaron miles de causas penales”.

A todo esto, y mientras Gómez sigue en el cargo, tanto Domenech como el representa­nte colorado Zubía anunciaron que ahora más que nunca promueven la modificaci­ón de la ley orgánica del Ministerio Público para que su conducción sea plural. Es decir, de cinco miembros —según la iniciativa cabildante presentada a comienzos de este gobierno— o de tres, de acuerdo al proyecto del exfiscal colorado.

Como sea, Domenech entiende que “hay que colegiar a la Fiscalía para evitar que haya un funcionari­o con tanto poder “, y que en ese sentido no ve “otra alternativ­a” que reformar la ley cuanto antes porque, reiteró, “la situación es muy grave”.

El diputado blanco Mario Colman —que integra la comisión parlamenta­ria que busca una reforma a fondo del proceso penal— opinó que se trata de una idea que “ha ido ganando adeptos” y que su discusión es importante “porque se va en esto la calidad de toda la Justicia”.

 ?? ??
 ?? ?? EN LA LUPA. La gestión que lleva adelante el fiscal de Corte, Juan Gómez, es criticada por varios legislador­es de la coalición de gobierno.
EN LA LUPA. La gestión que lleva adelante el fiscal de Corte, Juan Gómez, es criticada por varios legislador­es de la coalición de gobierno.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay