Docencia le reveló su vocación de transmitir

■ Enrico comenzó a trabajar en un taller que quedaba a la vuelta del Club Layva, donde hoy tiene su taller. “Salía de trabajar y me iba al club a comer algo. Me daba curiosidad un taller de un maestro jubilado, Mario Vasallo, que tenía una conexión con los niños imponente. Un día entré de curioso y le propuse darle una mano”, cuenta sobre lo ocurrido en 2015 y que ya un año después se transformó en un trabajo fijo para él. “Lamentablemente Mario falleció en febrero de 2020 y yo refloté el taller. Estoy súper contento porque está lleno de gurises que, además, hacen otras actividades”, agrega. Eso se suma a las clases que dicta en el colegio Jean Piaget, en una escuela pública y en el Taller para las Artes. “Por suerte tengo bastante trabajo, estoy súper motivado, es algo que disfruto mucho y que tiene que ver con mi parte creativa”, dice sobre una vocación que descubrió con el transcurso del tiempo y que también vincula a su formación scout. “Lo que quiero es poder ensamblar la docencia con mi lado creativo y que todo funcione bien. Una de las cosas que aprendí de mis padres es que no hay que depender de lo que pueda vender mes a mes, sino que quiero hacer esto desde el lado del disfrute, sin la presión de que tengo que vender porque sino no vivo. Quiero poder liberar la parte creativa de la comercial”, menciona como objetivo.