A propósito del “relato” del Puerto
Montevideo
@|
El pasado viernes, vimos al senador Carrera del MPP alarmado porque su hija, hoy niña, habría de cumplir 63 años cuando finalice el plazo de la concesión de la terminal especializada de contenedores otorgada a Terminal Cuenca del Plata (empresa mixta público privada).
Se olvidó de agregar que también su hija - niña será cincuentona cuando finalice la concesión que negoció el Frente Amplío con la transnacional UPM II (en secreto y a espaldas del Parlamento y la opinión pública). Lo mismo cuando finalice el plazo de la concesión de todos los aeropuertos nacionales otorgada a un grupo argentino que hoy opera nuestra principal terminal aérea.
Acaso también olvidó mencionar que se está llamando a licitación para conceder por 30 años la Terminal Especializada Portuaria de pasajeros en el emplazamiento del hoy dique Mauá.
El Dr. Carrera parece vivir en un limbo, donde los inversores privados aportan cientos de millones de dólares en infraestructura en bienes del dominio público (en el caso Puerto de Montevideo) alegremente y como benefactores.
Hay que tener muy mala fe para sostener esa suerte de utopía o ser un iluso carente de información alguna, cosa esto último que no encuadra con el sujeto en cuestión.
Pero siguiendo con el caso Carrera, sostiene que se vendió la soberanía portuaria a un grupo extranjero (olvidando también mencionar que el Estado uruguayo es socio de éste por mandato legal).
En su peculiar concepción, “la soberanía” radica en el operador concesionado y no en los bienes de dominio público sobre los que éste presta los servicios concesionados que no en forma paradojal sino legal siguen siendo del Estado.
Claro, con la mentalidad de cuño marxista la soberanía radica por ejemplo en los muelles, o en la fibra óptica de Antel, o en las autopistas, carreteras, terminales, zonas francas, etc.
¡Qué poco rigor jurídico! Se olvida nuevamente que existe un instituto de derecho público que se llama concesión. Contrato de derecho administrativo definido como aquella parte de las actividades del Estado que la ley autoriza a ser desempeñadas por personas de derecho privado, a quienes se transfieren ciertas facultades propias del derecho público para su desempeño, dentro de un marco regulatorio, donde el Estado se reserva sus poderes de contralor y eventualmente de darse las circunstancias jurídicas de sanción y revocación.
Bien, hecha estas precisiones, el tema que nos ocupa habrá de merecer nuestra posterior atención. | y otro a la vecindad de la familia de los Artigas con Casupá.
Hoy la labor de la Comisión Honoraria Pro Solar de Artigas, cuya lucha comenzó el 15 de marzo de 2013, logró que el inmueble sea ahora propiedad de Montevideo. Y antes, logró que las celebraciones del 19 de Junio se realizaran en Plaza Independencia. Ahora queda por resolver el destino.
Queremos saber cómo será el aspecto exterior e interior del inmueble, cuando se inaugure. Nosotros no somos gobierno pero sí formamos esta Comisión; trabajamos 9 años honorariamente y pedimos no se nos quite el derecho de opinar que estamos haciendo ahora.
Pensamos que hay que demoler todo lo que nada tiene que ver con Artigas, excavar como se viene haciendo, como lo ha dicho el Arq. e Ing. Juan Alberto Gadea Laffont, único hijo del historiador, que reside con su empresa en San Pablo. Hemos solicitado además, a las Intendencias de Florida y de Montevideo, que su nombre se incluya en la nomenclatura de la ciudad.
Para el exterior, sugerimos lo que está en la contratapa del trabajo de la Comisión, publicado hace más de seis años. Y también usado en el mural impreso cuando se cumplieron 250 años del nacimiento del Prócer, organizado por La Comisión Pro Solar de Artigas en su revista publicada y en anuncios de varias actividades; siempre incluyó el mismo modelo.
En cuanto al interior, no tendría ninguna utilidad mantener la división del espacio en piezas; y sería mejor dejar sólo un salón, con el destino aprovechado que se determine. Y cubriendo sus paredes con homenajes: 1) a Dari Mendiondo, 2) a Juan Alberto Gadea, 3) Las tres plaquetas colocadas por la Junta Departamental, 4) Exponer lo que resulte apropiado de las excavaciones.
Pero lo que más nos preocupa, pues no está claro, es que no sabemos cómo será la estructura exterior que cubra todo lo que se encuentre. ¿El techo será a dos aguas o plano?, ¿será de tejas o de hormigón?, ¿las paredes serán de piedras?
Por último, cuando se completó el trámite expropiatorio y se tomó posesión del inmueble, el entonces Alcalde del Municipio B, Carlos Varela, en sus declaraciones a “El País” incluyó en su exposición una foto que es bastante parecida al modelo de Carlos Ott. Obra del pintor especializado en cosas camperas, Sr. Nico Reylly, fallecido en 2014.