Tragedia en una cárcel colombiana: 52 muertos
Un incendio provocado por presos amotinados dejó ayer martes al menos 52 muertos y 26 heridos en una cárcel en el suroeste de Colombia.
La tragedia ocurrió en la madrugada cuando estalló un motín en la cárcel de mediana seguridad del municipio Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca. Según el ministerio de Justicia, los reclusos prendieron fuego las colchonetas.
Lorena, pareja de un preso que tenía ya permiso de salida, dijo que pudo hablar con él en la madrugada. Le avisó que “les estaban tirando gases”, comentó la mujer al diario El Tiempo.
Al mismo tiempo dudó de que los internos sean responsables: “Me parece ilógico que encerrados en un edificio, vayan a prenderle (fuego) a las colchonetas sabiendo que se pueden quemar”.
Las autoridades dijeron en un comienzo que el incendio se produjo en un fallido intento de fuga, pero con las horas fue tomando peso la versión de un amotinamiento originado en una riña.
“Esta situación fue provocada por una riña que se suscitó entre dos privados de la libertad. Uno de los internos prendió fuego —estaba furioso, molesto— a una colchoneta, lo que provocó esa conflagración”, indicó el ministro de Justicia, Wilson Ruiz.
La cárcel alberga a 1.267 internos entre condenados y sindicados, con una sobrepoblación del 17%.
El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas en Twitter y llamó a “un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a (...) la dignificación del preso”.
“El estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación”, agregó Petro, que asumirá la presidencia el 7 de agosto.
El mandatario saliente, Iván Duque, también se pronunció sobre la tragedia carcelaria. “Lamentamos los hechos ocurridos en la cárcel de Tuluá (...) He dado instrucciones para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación. Mi solidaridad con las familias de las víctimas”, escribió.
El hacinado sistema penitenciario de Colombia alberga a 97.426 presos, casi 16.300 más de su capacidad, según el gobierno.