Espiral de disputas en filas del gobierno
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Del encuentro con el mandatario, que debe analizar los nombres para reemplazar a Guzmán, participaron el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el canciller Santiago Cafiero; y la portavoz Gabriela Cerrutti, según deslizaron fuentes gubernamentales.
Aunque las primeras versiones indicaban que Sergio Massa participaba de la cumbre, el presidente de la Cámara de Diputados se encontraba en su casa luego de haber asistido al partido de Tigre, informaron sus colaboradores.
En la puerta de la quinta de Olivos, sobre la calle Villate, había esta noche muy poco movimiento. Pero eso no le impidió a un vecino de la zona gritar: “¡Renuncien todos, chorros!”, enfatizó al observar que ingresaba a la residencia un automóvil particular.
LOS PORQUÉ. El ahora exministro venía resistiendo los permanentes cuestionamientos públicos de la vicepresidenta, además de los múltiples cortocircuitos con los funcionarios kirchneristas del equipo económico. Ante las incesantes especulaciones sobre su salida, siempre respondía con calma e inexpresividad.
Sin embargo, los conflictos internos de las últimas semanas trabaron fuertemente la gestión de la crisis, una circunstancia que se sumó a los coletazos en el mercado financiero. Los desacuerdos con sus subalternos que le impedían tener el control completo de los instrumentos, sumado a la erosión continua de Cristina Kirchner, lo llevaron a tomar la decisión.
Tras una semana marcada por una escalada del dólar, Guzmán había estado recluido buena parte del viernes con su grupo más estrecho de colaboradores en el Palacio de Hacienda, antes de asistir al acto de Alberto Fernández en la Confederación General del Trabajo (CGT).
Además del tembladeral financiero, había especial irritación por las trabas que las segundas líneas del ministerio habían interpuesto a la segmentación de las tarifas de luz y de gas, que debía lanzarse el viernes. Fue un capítulo más de una gestión marcada por las internas con el kirchnerismo.
Lo cierto es que el ministro llegó como un académico desconocido, quiso ser el más cristinista del gabinete económico y terminó como un solitario soldado del Presidente en medio de una incertidumbre creciente.
RÍOS DE REACCIONES. La renuncia de Guzmán, en medio del discurso de Cristina Kirchner en Ensenada, desató una catarata de reacciones en las redes sociales. Sobre todo, fuertes críticas de gran parte del arco opositor.
“Acaba de renunciar Martín Guzmán. Se acaba de iniciar la 2da etapa de la 8va crisis argentina en 60 años”, apuntó el economista y diputado nacional José Luis Espert. “Ahora se va
No se descarta que los cambios vayan más allá de la cartera de Economía.
Guzmán. Hagan apuestas para adivinar quién sigue. Una vergüenza, un país sometido a personas que no están bien de la cabeza y que nos están llevando al colapso”, consideró con dureza la diputada de la Coalición Cívica Paula Oliveto.
En tanto, algunos consideraron sugestivo el momento en que Guzmán comunicó su renuncia, en pleno discurso de la vicepresidente en Ensenada, como parte de los homenajes del Frente de Todos (FDT) por el 48º aniversario de la muerte del líder justicialista Juan Domingo Perón. “No es casual que mientras hablaba @Cfkargentina renuncie Martín Guzmán. Las conclusiones son obvias”, señaló Alfredo Cornejo.
Cristian Ritondo, exministro de Seguridad bonaerense, ironizó: “Alberto le tenía tanto miedo al discurso de CFK que echó a Guzmán en el medio para cortar la transmisión”.
“Hace tiempo que vengo advirtiendo que el gobierno está en un tobogán. La salida de Guzmán lo corrobora. Este es un momento de máxima tensión.