Llegó la hora: ¿cómo realizar la declaración jurada del IRPF?
Se calculan los ingresos de 2021 y conviene conocer las posibles deducciones
Para quienes no son afines a los trámites, en los que además puede resultar en tener que pagar, el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) puede ser un trago amargo, pero bien informado se puede transitar con menos stress por esta obligación.
La declaración jurada del IRPF se presenta una vez al año, generalmente entre mayo y agosto. Y, este año, entonces, ya es tiempo de hacerla.
Las personas deben declarar a la Dirección Generall Impositiva (DGI) todos los ingresos que obtuvieron en el año anterior entre enero y diciembre (en este caso, 2021) y en base a eso, el organismo determina el monto que le corresponde a cada uno de ese impuesto, previa consideración de las deducciones.
“El IRPF es un impuesto bastante amplio, ya que abarca desde los ingresos provenientes del trabajo hasta la venta de un inmueble. Generalmente se habla de los ingresos del trabajo (tanto dependiente como independiente), pero es mucho más que eso”, advirtió a El País Martín Frontini, contador público y socio de la plataforma Red Profesional.
Además, hay que tener en cuenta que el empleador realiza la retención del IRPF en base a lo que el empleado percibe, pero es a cada persona a quien le corresponde hacer la declaración jurada correspondiente.
Con esa declaración, se llega a saber si, con las retenciones ya efectuadas, quedó cubierto el impuesto, o hay que pagar una diferencia. A a veces el saldo puede ser a favor de la persona. En ese caso, hay una devolución por parte de la DGI.
SÍ O NO. Antes de explicar cómo se completa la declaración, veamos ¿quiénes no están obligados a presentarla? Ellos son: las personas que tienen ingresos por alquileres y ya se les retuvo el impuesto, o que hicieron el pago mensual del 10,5% durante 2021; aquellos empleados dependientes que no superaron los $774.120 de ingresos nominales en 2021 y que hayan tenido un único empleador (o que habiendo tenido más de uno hayan presentado el formulario 3100); y los empleados dependientes que superen los $774.120 de ingresos nominales en 2021 siempre y cuando hayan tenido un único empleador y que se incluyan los ingresos por el mes de diciembre 2021.
“Mucha gente que no tiene la obligación de declarar, no lo hace, pero esto hay que calcularlo mejor dado que se podría estar desaprovechando alguna devolución”, observó Hassan Amado, también contador público y socio de la plataforma Red Profesional.
CÓMO SE COMPLETA. Hechas las salvedades, vayamos a los pasos operativos de cómo completar la declaración jurada, de la mano de los contadores públicos consultados.
En primer lugar, hay que aclarar que la DGI ya tiene la información de cada persona y ha armado una predeclaración (digamos, borrador), a la que se puede acceder para verificar si es correcta o está completa.
“Es bueno verificarla, porque la DGI arma los datos en forma automática con información que recibe, pero puede faltar algo que el organismo no tiene registrado, como por ejemplo, los hijos menores de edad a cargo, que podría representar una deducción”, aconsejó Frontini.
A la predeclaración, se accede a través de la sección de servicios en línea de la página del organismo, con el usuario personal y contraseña (de no tenerlo, se tramita en las redes de locales de pagos y cobranzas, Abitab o Red Pagos).
Entonces, si la información es correcta, se confirma la declaración jurada y queda automáticamente presentada ante la DGI. Si de ese trámite online resulta un saldo a pagar por parte de la persona, en la web del organismo ya aparecen los boletos de pago; el saldo se puede abonar hasta en 5 cuotas en las redes de pagos y cobranzas.
Por el contrario, si el sistema arroja un saldo a favor de la persona, ésta puede cobrar esa diferencia, o dejarla para descontar del próximo IRPF.
“Si decide cobrarlo, el organismo deposita el monto en su cuenta bancaria; la persona debe proporcionar los datos de su cuenta a la DGI previamente. El cobro no es inmediato ya que a veces se deben corroborar algunos datos y también hay un calendario de pago”, aclaró Frontini.
Pero existe otra forma de realizar la declaración jurada del IRPF, sobre todo cuando a la predeclaración de la DGI le falta mucha información o no está disponible. En tal caso, se puede descargar el formulario 1102, a través de un programa (desde la sección “Herramientas” de la web de la DGI), se instala en la computadora y allí se completa la información.
Lo cierto es que, en ambos casos (web o formulario descargado), el formato de la declaración
La DGI tiene una asistencia en línea o personalizada para evacuar dudas sobre la declaración del IRPF. Por supuesto, también hay asesores particulares sobre el tema. El no cumplimiento de la obligación trae aparejado multas y otras sanciones.
es el mismo y consta de seis pantallas o paneles, que el usuario va pasando a medida que chequea o actualiza información. Estos son: identificación (datos personales); ingresos obtenidos durante el año 2021; deducciones admitidas;
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retenciones y anticipos que ya realizó la empresa en la que se trabaja, o el pago bimestral de los trabajadores independientes; liquidación (el formulario calcula de forma automática el impuesto en base a la información cargada anteriormente); y el/la responsable (identificación final de la persona responsable de la declaracion).
QUÉ SE PUEDE DEDUCIR. Según la DGI, se puede descontar del IRPF anual por: el pago de cuotas por préstamo hipotecario y cooperativa de vivienda; el equivalente al 6% del monto de alquiler efectivamente pagado; hijos menores a cargo (se descuenta un valor fijo determinado por DGI); los aportes jubilatorios a BPS, Fonasa, Caja Notarial, Caja Profesional, Fondo de solidaridad, entre otros.
“Hay muchos beneficios que no se utilizan porque la gente no sabe que se pueden descontar. Es frecuente que no sepan que, por ejemplo, pueden descontar parte del alquiler de la vivienda principal”, agregó Amado. En realidad, cada caso es diferente y estar bien informado es vital para no ser multado, o no perder oportunidades de deducción.
A ponderar
como muchas veces se piensa. Antes de optar por tributar como Núcleo Familiar hay que hacer números y comparar los resultados. Un ejemplo beneficioso, sin entrar en números, podría ser el caso de un matrimonio en el cual un solo cónyuge tiene ingresos y le retienen IRPF. Al presentar por núcleo familiar se toman los ingresos de ambos y al sumar $ 0 por una de las partes, se podría lograr una devolución de lo retenido. Esto ocurre ante casos en que uno de los cónyuges no haya trabajado en el año al que refiere la declaración del impuesto, ya sea por decisión personal o fuera mayor”, respondió Frontini.