El Pais (Uruguay)

“La gente cree en lo que hago”

Hoy se estrena en La Tele “El último pasajero” que conduce junto a Camila Rajchman

- NICOLÁS LAUBER

Cuando terminaron las grabacione­s de El último pasajero en Buenos Aires, el equipo se reunió alrededor de un fogón cerca de los estudios. Allí un productor les dio un papel para que escriban una palabra y la tiren al fuego.

“Mi palabra fue ‘equipo’”, le confía a El País, Coco Echagüe, el conductor del ciclo que hoy La Tele estrena a las 17.00. “Combinar producción uruguaya y argentina en poco tiempo y lograr un producto de esta magnitud, si no conformás un buen equipo, no lo conseguís”.

Echagüe dice que esa es la forma en la que le gusta trabajar ya sea en una obra de teatro, cuando fue un “nieto del futuro”, en Desayunos informales o La culpa es de Colón, el otro programa que conduce en La Tele. “Con un buen equipo hay más chances que salga un buen producto. En El último pasajero pasó eso. E hicimos un producto del que me siento orgulloso”, dice.

Ese equipo debió afrontar, claro, la complejida­d de grabar un programa de entretenim­ientos donde tres equipos de adolescent­es compiten en distintas pruebas por un viaje a Bariloche. A eso hay que sumarle la logística de hacerlo en Argentina.

Y el ritmo de trabajo, agrega Echagüe. Los pasaban a buscar al hotel a la mañana y eran jornadas de 12 horas para grabar dos programas por día.

“Cuando empezás el segundo programa ya estás un poco cansado pero eran tantas las ganas y la motivación que transmitía­n los chiquiline­s para jugar que se sentía como una inyección de energía”, dice Echagüe.

Ya había trabajado con chicos en Loco de vos (que Canal 10 produjo entre 2004 y 2010) y ese fue otro de los motivos para que se sumara al proyecto.

“Es un volver a ese origen que me dio muchas satisfacci­ones”, dice y aclara que en El último pasajero todo es más grande. “En cada programa hay 75 chicos distribuid­os en tres tribunas de 25, y una producción de 60 técnicos. Así que en un abrir y cerrar de ojos estabas con más de 100 personas dando vueltas en el estudio”.

—Conducís con Camila Rajchman. ¿Cómo fue el trabajo para amoldarse el uno al otro?

—Es la primera experienci­a de Cami, y hay un gran trabajo de su parte. Ese era uno de los desafíos que tenía el programa. Hace tiempo que soy conductor, pero para Cami son sus primeras armas. Por eso, sumado a mi impronta y forma de ser, intenté no pasarla por arriba. Soy impulsivo, de mucha energía y a veces no me doy cuenta y soy como una topadora. Me cuidé para que Cami se luciera porque ella estaba un poco nerviosa. Pero descubrí que los nervios que ella tenía, que muchas veces pueden ser un obstáculo, a ella le jugaban a favor. Realmente van a descubrir una Cami fresca y distinta. No parece que es su primer trabajo a nivel de conducción. El entenderno­s favoreció el producto final porque para mí era fundamenta­l lograr equipo.

— Cómo fue el dejar tu trabajo y familia?

—Cuando el canal me propone hacer este programa me dije: “Ya lo hice”. Pero es distinto por el desafío de ir allá, son juegos grandes, y también el alejarme de mi familia. Sobre todo pesó la familia que siempre me apoya en todo. Pero alejarme de ellos es lo que más me cuesta. Soy muy casero y de estar atrás de mis hijos. Nos combinamos mucho con mi mujer pero me gusta mucho levantarlo­s, llevarlos al liceo, al fútbol. Soy el que los va a buscar y está hasta las once de la noche si uno tiene una actividad paralela al estudio.

—¿Entonces te costó mucho estar alejado?

—Mirá, me vine de Buenos Aires después de grabar 10 programas para ver a mi hijo jugar al fútbol un domingo y me volví el lunes. Sí, soy un enfermo. Me pude haber quedado allá descansand­o porque estaba hecho paté pero sin embargo necesito compartir con ellos esas cosas. Estoy en esta etapa en mi vida donde hago las cosas que me gustan, y lo que no me hace feliz lo dejo al costado. En mis otras actividade­s y trabajos siempre tratan de apoyarme en todo. Calculá, hace 15 años que trabajo para una empresa de impermeabi­lizantes y para ellos es más importante que siga con mi carrera artística a que salga a vender. Estoy en un lugar donde me siento un privilegia­do. Tengo el apoyo laboral, de la familia y me siguen convocando para este tipo de proyectos.

—Por tu trabajo fuera de la televisión estás mucho en la calle, ¿qué te dice la gente?

“En cada programa hay 75 chicos y una producción de 60 personas”.

“A veces no me doy cuenta y soy como una topadora”, dice Coco Echagüe.

—Creo que la gente lo que me ha dado es crédito de credibilid­ad. La gente cree en lo que hago, ese es el mayor rating que pueda tener. Hace 15 años que estoy en la calle, trabajo en todos los barrios, de Carrasco al Cerro, y todo el mundo me habla del programa de la mañana, de lo que se ríen cuando hago La Culpa es de Colón, que tendrían que poner un asiento más, y eso me pone muy feliz. No sé si a nivel del rating que necesitan los canales, porque esto no deja de ser un negocio y tenés que medir bien, pero yo lo mido por lo que la gente me dice en la calle.

—Imagino que también se han de acordar de tus antiguos proyectos.

—Sí. Hay algunos que todavía me dicen: “Uka Shaka” y algunos se acuerdan cuando le comí la boca a Florencia Peña. Cuando la gente tiene la necesidad de contarte lo que estás haciendo, significa que te ven. Y yo estoy todo el tiempo en la casa de la gente. Estoy de mañana, a veces a la noche y ahora empiezo en la tarde. Siempre estoy en la vuelta y la gente me lo dice contenta, con cariño. Para mí eso es el mejor rating que puedo tener. No me pesa para nada, me encanta que el canal siga confiando en mí.

—Igualmente son facetas distintas las que mostrás en los programas que estás.

—Me gusta hacer cosas distintas porque en la mañana le ponemos humor, pero si hay que encarar un tema serio como fue la etapa de la pandemia lo hicimos con seriedad y respeto. Me encanta salir en un programa a las once de la noche donde te pasás de la raya, me gusta eso. Y si el canal sigue apostando en mí es porque de alguna manera salvo con buena nota.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay