¿Qué candidatos en la izquierda?
Hay muchas especulaciones acerca de las candidaturas presidenciales en los partidos del oficialismo: es natural que así sea, ya que ellos ganaron por amplia mayoría las elecciones de octubre de 2019. Sin embargo, también hay que prestar atención a la carrera dentro del Frente Amplio (FA).
En efecto, hay dos candidatos que no pierden oportunidad de marcar posiciones que van más allá de sus tareas de gobierno departamental: se trata de Orsi, intendente de Canelones; y Cosse, de Montevideo. Si bien es evidente que Orsi procura presentar un perfil más conciliador, que pueda seducir incluso a los votantes más moderados, no es menos cierto que recibe apoyos de las líneas más radicales del FA.
En ese sentido, Orsi no solamente sería el candidato evidente del movimiento tupamaro, sino que el persistente rumor lo sitúa también como candidato de los comunistas, a cambio de un enroque que permita al actual senador Andrade transformarse en candidato a intendente de Canelones en 2025, y así afianzar un
Dirigente peronista y ex Secretario de Comercio lugar de poder importante en favor del viejo partido de Rodney Arismendi. En este cálculo, los comunistas estarían mostrando pensar en un mayor protagonismo para la batalla electoral de 2029: con candidato propio y fogueado tanto en el Parlamento, como en el mundo sindical y también en la tarea ejecutiva, Andrade sería así una fuerte figura de recambio futura para toda la izquierda.
¿Qué queda para Cosse? Su apoyo al candidato socialista en la elección presidencial del FA fracasó con estrépito; su sector propio no tiene gran peso electoral; y su triunfo de 2020 en la capital precisó del respaldo de los otros dos candidatos izquierdistas —no hay que olvidar que en esa instancia la candidata individualmente más votada fue Laura Raffo. Pero a pesar de esas sombras, Cosse cuenta con dos activos relevantes: el protagonismo que brinda la intendencia de Montevideo; y que la candidatura cantada de Orsi no seducirá a todo el mundo en la interna del FA.
En cualquier caso, sería un error creer que el escenario se limita a los dos intendentes metropolitanos. En efecto, nadie que tenga un poco de experiencia política y que haya visto el despliegue del presidente del FA en estos meses puede pensar, francamente, que Pereira no está interesado en ser la figura presidencial de la izquierda. Su actitud desafiante frente a todas las políticas del oficialismo, desde las más pequeñas —como la intervención de un club de fútbol—, hasta las más importantes —como la proyectada reforma de la seguridad social—, lo viene situando como un líder natural de todo el FA.
Pero, además, Pereira tomó la iniciativa meticulosa y organizada de recorrer todo el país y tomar así contacto con la base frenteamplista más abandonada que es, sin duda, la que reside en los distintos departamentos del Interior no metropolitano. Consciente de que allí es donde la izquierda vota peor, decidió ejercer un liderazgo fuerte para ir al encuentro de grupos sociales y políticos que incluso, como en el caso de Un Solo Uruguay, han sido muy críticos del FA en todos estos años.
Las cartas están echadas: nadie dedica tanto tiempo a revivificar una estructura partidaria, y nadie se preocupa tanto por conseguir apoyos nacionales e internacionales —como, por ejemplo, traer al español Iglesias de visita en el FA— en favor de la renovación de un discurso y de un método de trabajo, si está pensando,
“Mientras Alberto (Fernández) sea presidente, mañana será peor que hoy. El problema es Alberto y no el ministro”. Guillermo Moreno
Carolina Cosse y Yamandú Orsi marcan posiciones que van más allá de sus tareas de gobierno departamental. Y, visto el despliegue que hace, no puede pensarse que Fernando Pereira no está interesado en ser la figura presidencial de la izquierda.
solamente, en ser presidente de la izquierda por un par de años más. Sobre todo si, además, esa persona cuenta con el apoyo del movimiento sindical que fue, innegablemente, el que le sumó la estructura y los votos para ganar ampliamente la elección presidencial interna de la coalición izquierdista.
Orsi, Cosse y Pereira. Y falta que se decida a ser candidato alguna figura de la autopercibida izquierda socialdemócrata y moderada: se trata, en efecto, de un sector de opinión clave que compite directamente con partidos y talantes relevantes que son los que aportan sólidas mayorías al oficialismo actual. ¿Será el senador Bergara el que dirija ese esfuerzo, sabiendo que por su formación comunista siempre ha sido y será funcional a los intereses más radicales del FA?
El mundo de las precandidaturas de la izquierda se está moviendo y son varias figuras las que se van posicionando para intentar ser finalmente la preferida. Se trata de tendencias importantes, porque por primera vez en muchas décadas el tríptico histórico que aseguró los triunfos de 2004, 2009 y 2014, Astorimujica-vázquez, no ocupará el lugar protagónico.