El Pais (Uruguay)

El renacer de un hombre que fue héroe y supo tocar fondo

- MARTÍN ARTIGAS, LA NACIÓN (GDA)

Sylvester Stallone tiene muchas razones para sentirse identifica­do con Dwight “El General” Manfredi, el gángster caído en desgracia que, empujado al ostracismo por su propia “familia”, debe reconstrui­rse desde cero en Tulsa King, la serie que Paramount+ estrena este domingo y que también se podrá ver por NSNOW. Nada parece salirse de una entrevista común en la que un actor solo hablará maravillas de su nuevo trabajo y de lo mucho que significa para él. Sin embargo, a los 76 años, el hombre que supo convertirs­e en un prototipo del héroe de acción aún tiene mucho para contar.

Sin una pizca de arrogancia, Stallone no le teme a hablar sobre el momento más bajo de su carrera, ese en el que muchos le aseguraron que se encontraba “acabado” y él casi que lo creyó. Parece sentirse en la obligación de justificar­se cuando se le pregunta por el reality show que saldrá a la luz el año próximo, en el que dejará al descubiert­o intimidade­s de su vida junto a su esposa Jennifer Flavin, y sus tres hijas en común. Finalmente, dirá al pasar cuál es su peor miedo, en un paralelism­o con la historia de Dwight Manfredi, su primer personaje protagónic­o en una serie que surgió de manera inesperada.

“Siempre quise interpreta­r a un personaje de este tenor porque estaba seguro de que podía hacerlo muy bien, pero no había tenido la oportunida­d. Luego, una noche, sonó el teléfono y era Taylor Sheridan, el creador de la serie, y me dijo: ‘Se me ocurrió una idea sobre un gángster que es expulsado de Nueva York; está en Tulsa, que es como en medio de la nada, y tiene que empezar una nueva vida. Y tiene mucho de comedia en eso de mafioso recién salido de la cárcel que tiene que hacer nuevas relaciones’. Así que este trabajo vino literalmen­te de una llamada telefónica en medio de la noche”, explica.

De inmediato, Stallone se mostró interesado en la idea y se mantuvo muy atento al trabajo de Sheridan, creador de éxitos como Mayor of Kingstown, Yellowston­e y 1883. “Realmente quería que fuera un rol perfecto… Cuando tenés en mente películas como El padrino o Buenos muchachos, necesitás una buena historia atrás”, recalca. “Dwight Manfredi es un tipo diferente de gángster, y quería interpreta­r a alguien que nunca antes hubiéramos visto. No es un asesino, no es un hombre horrible; es un hombre al que le gusta ganar dinero a través de negocios ilegales, pero no es una persona cruel. Tiene mucho corazón. Y en la serie todo comienza cuando sale de prisión tras 25 años y sus ‘jefes’ lo trasladan a Tulsa, como una suerte de castigo. Le habían prometido que, si se mantenía en silencio, tendría a su propia familia esperándol­o afuera y su propio territorio, pero nada de eso sucede. Se encuentra solo, le sueltan la mano y él entiende que no debe enojarse, sino que tiene que empezar a usar su cabeza y empezar de cero”.

Con certeras dosis de humor, pero también con drama y violencia, Stallone

construye a un antihéroe adorable en pantalla. No resulta difícil creerle cuando dice que es un papel que estaba esperando y que, claramente, fue hecho a su medida.

“La gente va a identifica­rse con una historia de esperanza. Dwight Manfredi es un hombre que nunca debería haber ido a la cárcel. Y aprende. Aprende por las malas cómo recuperar a su familia y comenzar una nueva vida sin nada”, sostiene el actor. “Él no se da por vencido, porque lo peor que le puede pasar a cualquiera es sentirse solo estando solo. Es aterrador. Y esta es una serie en la que ves a un hombre cambiar su vida; no se vuelve un solitario, sino que construye una nueva familia, con extraños. Tulsa King muestra una historia de amor, es dulce, aunque también tiene sus momentos duros. Se trata de un nuevo comienzo para un hombre en un lugar salvaje, desconocid­o”.

UN ESPEJO. Más allá de la empatía que muchos podrán sentir hacia su personaje en Tulsa King, Stallone se ve completame­nte reflejado en un aspecto fundamenta­l de la historia de Manfredi: la desoladora sensación de estar sin rumbo. “Alrededor de 1999, 2000, mi carrera estaba en caída libre. Lo último que había hecho era Tierra de policías, que pensé que iba a ser un buen trabajo por el que incluso podría ganar algunos premios, pero fue todo lo contrario. Mi agente renunció, mi manager me despidió. Traté de hacer una nueva Rocky yme dijeron: ‘No más Rocky, estás acabado. Ya nadie quiere ver Rocky, es demasiado viejo’”, recuerda del momento en que tocó fondo.

“Me mudé de California a Florida, ya no me quedaba nada. Y luego pensé: ‘Si alguna vez tengo la oportunida­d de hacer una película más, me encantaría hacer solo una más de Rocky, porque no me gustó Rocky 5. Pero nadie quiso darme una oportunida­d, incluidos los productore­s. Entonces me encontré con Joe Roth, que tenía una compañía llamada Revolution Studios y me dijo que iba a tomar el riesgo conmigo e hizo Rocky Balboa (2006), que terminé amando y se convirtió en un éxito. Y volví, de abajo ha-* cia arriba de nuevo. Así que sé de qué se trata”, reflexiona.

El próximo gran desafío de un actor que sabe de desafíos va en contra de los principios o clichés del star system hollywoode­nse: Stallone abrirá las puertas de su intimidad para un reality que se verá en Paramount+ en 2023. “Todos pensaron que estaba loco, ¿pero por qué no? A la gente le gusta ver realities, pero creen que cuando un famoso decide hacer uno es porque su carrera está terminada. Y yo les digo que nada de eso, mi carrera está bien, pero me gustaría pasar más tiempo con mis hijos porque ahora están creciendo y andan por todos lados. Ahora los tengo en mi casa y lo que estamos haciendo es como si fuera una película casera, pero con alto nivel de producción”.

Como si se tratara de una adelanto de lo que se verá en el programa, el actor y su esposa Jennifer Flavin fueron protagonis­tas de lo que muchos vaticinaba­n como una de las rupturas del año. Un tatuaje borrado y una demanda en la que la empresaria acusaba al actor de ocultar parte de sus bienes para perjudicar­la frente a un eventual divorcio aportó los condimento­s para una separación que nadie había visto venir y, claramente, no se daba en los mejores términos. Sin embargo, la pareja pudo revertir los pronóstico­s y, tiempo después, se mostró nuevamente junta y sonriente en la presentaci­ón de Tulsa King. Borrón y cuenta nueva para ellos.

“Creo que el mundo verá que los Stallone tenemos los mismos problemas que cualquiera”, resume el actor. “Es como hacer una película, pero una película real”.

Stallone protagoniz­a “Tulsa King”, la serie que se estrenará este domingo. Se verá por Paramount+ y NSNOW.

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“Manfredi es un tipo diferente de gángster”, fundamenta Stallone.
DISTINTO. “Manfredi es un tipo diferente de gángster”, fundamenta Stallone.
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DUPLA. En “Tulsa King”, Stallone interpreta a Dwight Manfredi, un gángster que debe empezar de cero. Es un tipo de personaje que el actor siempre quiso hacer.

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