Incendios en La Floresta: el miedo de vivir entre las llamas
El propietario de un vivero dijo que ya es una “tradición” en el balneario
Durante la noche del jueves y la madrugada del viernes personal de Bomberos con apoyo del Ejército trabajaron en el incendio desatado en Estación Floresta y La Floresta. Según informaron desde el Ministerio del Interior, las tareas se destinaron a lograr contenerlo, trabajo que continuó en la mañana de ayer.
Por el momento, las consecuencias más graves se dieron en una vivienda con techo de quincho y un aserradero, en ambos las pérdidas fueron totales. Desde la secretaría de Estado se destacó que por el momento no hubo víctimas fatales.
Según informaron fuentes de Bomberos, entre el incendio que se dio en Las Vegas y el de La Floresta la superficie consumida por las llamas alcanzó unas 300 hectáreas. El personal de bomberos destacó la velocidad con que se propagó el incendio que en unas cinco horas alcanzó ese área debido a las rachas de hasta 60 km/h.
Para el combate a este incendio, se involucraron unos 50 bomberos de los destacamentos del Área Metropolitana, Carrasco, Solymar, Parque del Plata, Biarritz, Ciudad del Plata y Las Brujas, respaldados por 10 vehículos. Además contaron con el respaldo de helicópteros de la Fuerza Aérea y de 25 militares procedentes de la Sección de Apoyo a Emergencias, que fueron capacitados por Bomberos para trabajar en incendios.
Estar entre las llamas o verlas cada vez más cerca, sentir el calor del fuego, ver su destrucción y su fuerza que se aproxima al hogar es un momento que a muchos les cuesta relatar. El miedo a lamentar una vida o a perderlo todo es un sentimiento que aparece entre las personas de la zona que desde hace dos días afrontan esta situación.
El País dialogó con vecinos del lugar que relataron cómo es vivir cercano a las llamas. Las últimas noches no han sido fáciles, principalmente la del pasado jueves. Algunos conformaron grupos para “hacer guardia” hasta altas horas de la madrugada del viernes para atacar cualquier foco que pudiera iniciarse. Otros dejaron bidones con agua para defenderse de las llamas si estas amenazaban nuevamente con llegar a sus casas.
Javier Montes es dueño de un vivero ubicado en La Floresta. En diálogo con El País sostuvo que en el balneario “se vivieron momentos realmente angustiantes” durante estos días. Relató que el fuego estuvo muy cerca de su negocio ya que se incendió un monte que pasa por detrás. Y para graficar lo recurrente que son estos hechos, Montes aseguró que en La Floresta “hay tres tradiciones: la playa, la religión y prenderse fuego”.
“Para personas que no estamos en el tema, es muy sorprendente ver como se genera una nube de hojas encendidas que vuela por encima de uno y se traslada a los techos de las casas, jardines y montes haciendo que el fuego se haga incontrolable” relató.
Agregó que el hecho de que ya sea “una tradición” que el balneario se incendie habla de que hay “omisiones”. En ese sentido, afirmó que los vecinos ya comenzaron a organizarse para asesorarse y llevar el tema a la Justicia. Destacó que hay actores responsables de estos incendios, en esa línea apuntó contra la Intendencia de Canelones al afirmar que la comuna canaria “los ha dejado abandonados desde hace varios años” en lo que tiene que ver con la limpieza y mantenimiento de los montes.
Por otra parte, apuntó contra “algunas familias” que, según dijo, son dueñas de grandes extensiones de suelo del balneario, que llevan adelante emprendimientos privados sin tomar los recaudos necesarios en cuanto al mantenimiento de sus campos.
Según relataron otros habitantes de La Floresta, estas situaciones generan también buenas acciones de la gente. Existen grupos de Whatsapp que se utilizan para organizarse y apoyar a otros que se encuentran en situaciones más críticas. Se han acercado vecinos de otros balnearios como por ejemplo de Costa Azul para poner a disposición vehículos que permitan juntar agua o “prestar brazos” para colaborar con palas, trapos o ramas con las que golpean e intentan ahogar las llamas hasta conseguir apagarlas.
Uno de los focos que se mantuvo hasta ayer encendido fue el de la vivienda de la calle Los Aromos y Avenida Sarandí que fue consumida, según comentó la
“Es sorprendente ver como una nube de hojas encendidas vuela sobre uno”.