“Es justa, urgente y necesaria”
■ El presidente de la República promulgó ayer la ley oficialmente llamada Sistema Previsional Común, que transforma en varios aspectos claves la normativa para las futuras jubilaciones.
Ley que tendrá efectos dentro de pocos días, aunque los cambios medulares —el aumento de la edad de retiro de 60 a 65 años, aunque con varias excepciones— comenzarán a aplicarse, y de manera gradual, a partir de 2032. Aunque, en rigor, la primera generación que se jubilará con 61 años serán los nacidos en 1973, que configurarán causal jubilatoria recién en 2043 —y a estos seguirán los nacidos en 1974, quienes se retirarán con 62, los de 1975, que se jubilarán con 63, los de 1976 con 64 y finalmente los de 1977, que se retirarán con el nuevo mínimo de 65 años.
Lacalle Pou volvió ayer a defender la reforma, en entrevista con la radio FM El Observador
107.9, de Buenos Aires. Allí insistió con su visión de que se trata de una transformación “solidaria, entre otras cosas porque, contrariamente a lo que se ha argumentado, las jubilaciones más sumergidas, más bajas, van a ser más altas”. “Tiene un suplemento solidario que es muy importante para las jubilaciones más bajas, tiene temas relativos para familias con niños a cargo con discapacidad, tiene temas de género”, enumeró el presidente, que agregó que las personas, con esta ley, podrán seguir trabajando luego de pasar a retiro.
Muchas de estas disposiciones —que generan beneficios— comenzarán a aplicarse a partir de los tres meses de publicada la norma en el Diario Oficial, y en algún caso algunas semanas más. “(La reforma) es necesaria, urgente desde hace mucho tiempo, sostenible en el tiempo, justa y además es solidaria”, concluyó el jefe de Estado.