Los abuelos hacen mucho más que cuidar a los nietos
Un vínculo que ayuda a todos: los abuelos enseñan y, a su vez, aprenden
Muchas personas tenemos la suerte de recordar los cuentos que nuestros abuelos y abuelas nos contaban, esos platos de comida casera que nos preparaban, el olor del tapete de la mesa camilla sobre la que jugábamos a las cartas con ellos o las anécdotas que nos relataban sobre su infancia. Algunos, incluso, puede que nos encontremos sin pretenderlo repitiendo perfectamente la letra de una canción popular que canturreaban o que tengamos la vaga memoria de su paciente compañía mientras nosotros jugábamos en las hamacas del parque.
Los padres de nuestros padres no solo son fuente de sabiduría, conocimientos y experiencias, sino que a menudo marcan nuestra manera de afrontar la existencia y forman parte de nuestra identidad.
Una sociedad cada día más longeva nos da la oportunidad de aprovechar todavía más este potencial de conocimientos, experiencias y valores de las generaciones anteriores.
El incremento de la calidad de vida gracias a los avances tecnológicos y científicos, el aumento de familias monoparentales, la aparición de factores de estrés económico familiar o la tendencia a ser madres y padres a edades cada vez más tardías han generado una mayor presencia, disponibilidad e implicación de los abuelos y abuelas para desarrollar muchas tareas de cuidado y educación de sus nietos y nietas.
Esto no solo nos permite aprender de ellos. También ayuda a incrementar su autoestima al adjudicarles un rol más activo, práctico y efectivo, no solo en la crianza de sus nietos, sino también en la familia.
EL TIEMPO COMPARTIDO.
Junto a un grupo de docentes de distintas cátedras de la Universidad de La Rioja, en España, hemos analizado el papel de abuelas y abuelos y el tipo de actividades que realizan con sus nietos en diferentes estudios con residentes en la zona norte del país con niños de entre 6 y 12 años.
Los entrevistados destacan cómo el tiempo de ocio compartido con sus nietos les hace más propensos a sentir la vejez como una etapa de la vida en la que se sigue creciendo, aprendiendo y compartiendo.
Considerarse agentes activos en el seno familiar es un estímulo al comprobar que siguen siendo útiles y que tienen mucho que aportar.
En cuanto a la percepción de los nietos, tras entrevistar a más de 1.000 niños y niñas de distintas provincias del norte de España (un 96.18% de los cuales compartían tiempo de ocio con sus abuelos todas las semanas) constatamos que una mayoría de ellos (el 53.71%) valoraban los aprendizajes que sus abuelos les transmitían durante el tiempo que compartían junto a ellos.
Además, un 26.75% consideraban también importante lo que ellos mismos le aportaban a sus abuelos.
ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE.
El tiempo que abuelos y nietos comparten se concentra especialmente en los días festivos y las vacaciones. Tras la pandemia, lo que más se practica son las actividades de ocio intergeneracional en entornos naturales, con especial preferencia por los viajes y el cuidado de plantas, huertos o animales.
Concretamente, un 78,2% de la muestra que analizamos practica este tipo de ocio con sus nietos y perciben una mejora de su forma física, más diversión y disfrute, además de un incremento de su creatividad y de sus destrezas manuales.
Así, vemos que el tipo de actividades que realizan con sus nietos va más allá de “cuidarlos” cuando no están sus padres y que les reporta bienestar a ambos.
UN PAPEL ESENCIAL EN LA VIDA.
El involucrarse en la crianza de los más chicos ayuda a incrementar el entusiasmo.
Todas estas contribuciones ponen de manifiesto que los abuelos y abuelas juegan un papel esencial en nuestras vidas, por lo que deberíamos aprovechar la oportunidad de aprender de ellos y, sobre todo, con ellos, apreciando su implicación y valorando el tiempo que pasamos juntos.
Estudios previos del ámbito internacional también han constatado que la transmisión de conocimientos de los abuelos y abuelas a sus nietos y nietas es el motivo cardinal para los encuentros intergeneracionales.
Asimismo, nuestros hallazgos coinciden con estudios que encuentran motivos y beneficios de corte afectivo o emocional como destacados de la práctica de ocio compartida, bondades vinculadas al ocio autotélico y a la satisfacción que genera pasar más tiempo juntos.
Otras razones más prácticas y útiles también adquieren protagonismo, en sintonía con lo que se puede observar en otras investigaciones relacionadas con el cuidado, disfrute y entretenimiento.
Sendos grupos de discusión realizados antes y después de la pandemia pusieron de manifiesto su papel en el aprendizaje de la importancia de mantener la unión familiar, de estar presente en los momentos importantes, de disfrutar y apreciar las pequeñas cosas de la vida en busca de experiencias auténticas de desarrollo y bienestar intergeneracional.
El1 ° de octubre, Día Internacional de las Personas de Edad, y el 26 de julio, Día de los Abuelos en España, nos ofrecen la oportunidad de felicitarles y demostrarles cuánto significan en nuestras vidas.
Pero todo lo que desinteresadamente nos enseñan, su amor incondicional, lo que nos hacen disfrutar y su altruismo merecen que todos los días del año celebremos que tener abuelos y abuelas es un maravilloso regalo en nuestras vidas.
*Rosa Ana Alonso Ruiz / Ana Ponce de León Elizondo / Eva Sanz.