El papa Francisco canoniza a dos pastorcitos de Fátima
Medio millón de personas se congregaron en el santuario.
Cien años después de que aseguraran haber visto a la Virgen María, los pequeños hermanos pastores Francisco y Jacinta fueron canonizados ayer por el papa en el santuario portugués de Fátima, ante medio millón de emocionados fieles.
"Declaramos y definimos como santos a los beatos Francisco Marto y Jacinta Marto", anunció el papa Francisco en la misa de canonización delante de la Basílica de Nuestra Señora de Fátima, cuya gigante explanada estuvo abarrotada de peregrinos, algunos con lágrimas en los ojos, venidos de todo el mundo. En el santuario, bajo fuertes medidas de seguridad, se reunieron unos "500.000 fieles", según el Vaticano, por debajo de las estimaciones iniciales que preveían entre 800.000 y 1 millón de visitantes.
Los pequeños pastores, humildes e iletrados, murieron de gripe española a los diez y nueve años, respectivamente, algunos años después de haber visto junto a una prima en 1917 seis apariciones de la madre de Jesús. Ambos, enterrados en la Basílica de Fátima, se convirtieron en los
santos más jóvenes de la Iglesia católica que no murieron en martirio. "Como un ejemplo para nosotros, tenemos ante los ojos a San Francisco Marto y a Santa Jacinta", que con su fe en la Virgen recibieron "la fuerza para superar las contrariedades y los sufrimientos", declaró el papa en la homilía. "Fátima es sobre todo este manto de Luz que nos cubre, tanto aquí como en cualquier otra parte de la tierra", abundó Jorge Bergoglio, de profunda devoción mariana.
Promesa cumplida
"Si Fátima no existiera, la historia de la religión en Portugal estos últimos cien años sería totalmente diferente. (...) Aquí, todas las nacionalidades y clases sociales se unen con el consuelo que ofrece María", dijo a la AFP el abogado portugués de 46 años Pedro Pestana, entre la multitud en Fátima.
Muchos peregrinos durmieron en la explanada, otros llegaron desde la madrugada. Pero todos aplaudieron al momento de la canonización.
Luisa Pacheco, costurera de 48 años de Porto (norte), cumplió la promesa hecha hace tres décadas. "Caí enferma y prometí a Nuestra Señora que vendría a Fátima si seguía con vida en el centenario de las apariciones", dijo.
Francisco fue el cuarto papa que visitó Fátima en medio siglo, en una peregrinación de menos de 24 horas al popular santuario, que recibe millones de peregrinos al año.
Considerados como perturbadores del orden público, fueron encarcelados, pero luego liberados por presión popular.
Lucia falleció en el 2005 con 97 años. Su proceso de beatificación comenzó en 2008.